Amor De Calendario || Aidan Gallagher

💌San Valentín💌

Febrero

___ Raleigh.

Ya había pasado un mes y medio desde navidad y año nuevo, el mismo tiempo que llevaba sin ver o saber de Aidan y ahora es San Valentín.

Estábamos en el centro comercial mi hermana, mi cuñada y yo, en un local dónde hacían tarjetas e invitaciones, viendo los modelos para las invitaciones de la boda de Liz y mi hermano.

— ¿Cómo que no tienes una cita para San Valentín?— dijo Liz sorprendida mientras yo veía una tarjeta de San Valentín, la cuál decía "Estar solo en San Valentín, es cómo estar solo todos los días".

— No lo digas cómo si te hubiera dicho que tengo cáncer— dije poniendo la tarjeta en su lugar y sentarme en la mesa dónde estaban Liz y Abby sentadas.

— Pero es día de San Valentín...

— No, es jueves y voy a tomar un largo y caliente baño, abriré una botella de champagne, me consentiré con unos cuántos chocolates y quién sabe, talvez hasta vea un poco de porno.

— No puedes ver porno en San Valentín— dijo Liz en un susurro.

— Especialmente deberías ver porno el día de San Valentín.

— Entonces... ¿Quién es ese lindo médico, cómo se llama?— cambió de tema.— Faruk, lo deberías llamar.

— Olvídalo, no voy a salir con alguien que mi madre me presentó.

— ¿Y el del centro comercial? Te divertiste en año nuevo, ¿No? — ahora habló mi hermana.

— Sí, pero fue cosa de una vez, no sentía atracción por mí.

— ¿Él dijo eso?

— Sí...

— ¿Y tú sentías atracción por él?— preguntó mi cuñada.

— Ahh... No, ni siquiera puede hablar bien, lo deberías escuchar tratando de decir la palabra "caqui", lo dice como "ca...quis"— dije y solo me miraban neutra.— Oigan, estoy feliz siendo soltera, hago lo que quiera, cuando quiera y no tengo que lidiar con el estrés de rasurarme, las pinzas o la cera...

— Lo mejor de estar casada, no más cera— interrumpió Abby.

— ¿Pero que harás con la boda? No puedes ir sola a la boda— dijo Liz.

— La boda es en ocho meses.

— Y te estás descuidando desde hoy— dijo y me señaló, solo me tapé con la sudadera que traía puesta.

— Todos necesitan estar en sus propios asuntos, mi estatus romántico e higiene personal están completamente bajo control. Ahora sí me permiten, tengo una cantidad obscena de dulces que comprar— dije por último y me levanté de la silla para irme a la tienda de dulces.

(...)

Traía una canasta llena de dulces y chocolates, estaba viendo los chocolates del mostrador y cuándo alcé mi cabeza me encontré a la persona que menos esperaba encontrar.

— ¿___?—

— Duke...— dije con la boca llena de chocolates y trataba de peinarme un poco.— Ay Dios... ¿Cómo estás?— dije mientras sonreía y masticaba los chocolates rápido tapando mi boca.

— ¿Que estás...— fue interrumpido por su novia que llegó con una paleta.

— Bebé, prueba esto— dijo y le metió la paleta a la boca.— Que increíble— dijo ella ahora metiendo la paleta a su boca.— Mi lengua está teniendo un orgasmo de sabor ahora... ¿Estas vienen en otros sabores?— me preguntó.