Mrs. Cupido [Sope]

[06]

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Las palabras de aquel chico, felix, seguían resonando en su cabeza, ya habían pasado aproximadamente cinco días y jimin seguía sin hablar con él.

Odiaba que con el único que hablará fuera con jimin -aunque estaba también taehyung, el cual solo se comunicaban por mensajes- eso le pasaba por creer que nunca tendrían una "pelea" a tal grado.

Ahora se encontraba sentado en una de las tantas bancas de la cafetería esperando a que taehyung llegará, hoseok tenía muchas ganas de presentar a tae, pero al parecer jimin no daría la cara nunca.

— ¿hobi, sol? — alzó su mirada y dejo de teclear en su movil, frente a él se encontraba un chico peligris, portando unos lentes redondos, una camisa de cuadros, un chalequito que lo hacía ver como un anciano y unos pantalones olgados.

— ¿eh? — drásticamente estaba pensando en decirle que el catorce de febrero fue hace una semana.

— al parecer no me reconoces — el chico rodó los ojos — soy taehyung.

— ¡¿taehyung?!, ¡¿pero que te pasó?!.. Estás tan diferente.

— ¡verdad!... Sirve para no llamar la atención — le dedicó una de sus sonrisas cuadradas.

Hoseok lo miró juzgonamente y luego vio a todos los que se encontraban ahi, luego señalo el lugar — pues como ves, estas haciendo todo lo contrario, nadie es tan raro como para vestirse así — lo señaló, el peligris solo hizo un mohín  con sus labios — todos se visten normal — Señalo nuevamente —¿ves? — un chico pasa al lado de su mesa, vestido completamente de negro, una gabardina de cuero, con el cabello tapandole un ojo y los labios pintados de negro, ambos chicos lo miraron y este solo alzó la mirada — bueno... Casi todos.

— hmm, bueno, en fin. Estoy listo para empezar con el plan.

— ¿cuál plan?

— pues supongo que tienes algún plan para conquistar a tu chico, ¿no?

— pero tú eres el experto no se supone que deberías saber algún plan.

— ah — jugó con algo de nervios sus dedos — bueno yo soy más de resolver problemas de parejas, especialmente si hay mujeres en ellas... Como verás soy el psicólogo de mis hermanas.

— ¿empezaste un negocio por tus hermanas? — taehyung respondió con asentimiento de cabeza y un leve "ajá"

— tan rapido me cambias — habló una tercera voz, jimin, que se aproximaba con su charola.

— se supone que estabas molesto ¿no?, te quise pedir disculpas una y otra vez pero nunca me hacías caso, para que rogarte más — hoseok se encogió de hombros, mientras taehyung los miraba con asombro — si de todos modos no me hibas escuchar.

— tu fuiste el primero que me ignoró, ¿acaso no lo recuerdas? — tomó asiento al lado de taehyung — y ¿esté quién es?— miró al peligris de reojo.

— un amigo. Y lamentó mucho haberte ignorado, sabía muy bien que me hibas a gritar y yo estaba en medio de un debate.

— ¿debate de qué o qué? — elevó una ceja, algo cunfundido — y.. Sobre gritar — prosiguió antes de que el pelicastaño hablará y se fuera a olvidar de lo que hiba a hablar — la chica que estaba con yoongi — hoseok se encogió en su lugar, intentaba borrar de su mente aquel diaen que hizo el ridículo — en realidad es su hermana.

—¡¿QUÉ?! — gritó haciendo que todos volteran a verlo.

— bien dije que no hiba a ser yo el que hiba a gritar — respondió con indiferencia jimin, mientras rodaba los ojos.

—¡hobi! — reclamó tae — acaso no recuerda que le dije que no quería llamar la atención — dijo entré susurros y los dientes apretados, mientras intentaba torpemente taparse con su chaleco.

—¿hobi? — empezaba a molestar, ¿cuanta confianza tenía aquel sujeto para hablarle así a su amigo? — permite que le llamé asi — se refirió al pelicastaño que estaba en medio d eun trance — maldito rompe hogares — le reclamó a taehyung.

— yo lo conocí primero — se defendió.

— pero yo eh estado más tiempo con él— volvió a atacar.

—pero no en los últimos seis días.

— maldito cuatrojos.

— rubia desteñida— el peligris empezó a halar de los cabellos a jimin, mientras que el contrario también agarró algunos mechones.

— niño sin cerebro.

— maldito enano.

— ¡ya basta ustedes dos! — el fuerte golpe sobre la mesa hizo que ambos contrarios volteran a verlo aún con las manos en el cabello de cada uno — estoy en un debate mental y no ayudan en nada.

— lo siento — hablaron al mismo tiempo — no repitas lo mismo que yo digo —se reclamaron.

— ya, por favor paren— insistió en suplica, y ambos contrariosse quedaron callados — como ya estamos nosotros tres — señaló a cada uno incluyendose a él — tenemos que pensar en como puedo conquistar a Min, entendido.

Ambos asintieron.

Los juegos del hambre comienzan ahora.

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