Harry Potter y la verdad de Slytherin: segundo año

Capítulo 17

Los meses pasan volando, y antes de que Harry pueda comprender, es mayo. Hoy es sábado y el día del partido de quidditch de Gryffindor vs Hufflepuff, que Harry definitivamente no espera con ansias. Si Gryffindor gana este partido, entonces Slytherin se enfrentará a ellos por la copa a fin de año. No es que Harry dude de las habilidades de su equipo, sino todo lo contrario, pero un partido contra Gryffindor será un juego largo y desafiante, algo para lo que Harry no ha tenido la energía recientemente.

Actualmente, Draco está intentando convencer a Harry para que asista al partido. Hasta ahora, no ha tenido éxito. La terquedad de Harry es legendaria entre los estudiantes de Hogwarts y, a pesar de los muchos talentos de Draco, la voluntad del rubio no es rival para la de Harry en estas situaciones.

“No sirve de nada, amigo. Ha tomado una decisión. Sabes que es inútil en este momento. Solo déjalo quedarse en el dormitorio y ser aburrido por el resto del día”. Blaise intenta convencer a Draco de que ceda mientras mira su reloj, preocupado de que lleguen tarde.

“No soy aburrido. Estoy leyendo. Algo de lo que ustedes, los paganos, parecen ser incapaces.” Harry dice con altivez, cruzando los brazos sobre su pecho en un resoplido.

"Claro, lo que tú digas, Harry". Blaise contesta, inteligentemente sin involucrarse en otra discusión.

"Bien", dice Draco finalmente. “Sé así. Vamos." Draco saluda con la mano a Harry mientras él, Blaise y Theo se giran para irse, solo para ser detenidos por la aparición de Snape en la puerta.

"¿Profesor?" pregunta Harry, levantándose de su lugar en el suelo.

"Me temo que ninguno de ustedes asistirá al partido de hoy". Snape comenta crípticamente, con una expresión anormalmente terrible en su rostro. "Ven conmigo." Snape se gira y los cuatro chicos lo siguen en silencio, preocupados por lo que podría justificar la intervención del Jefe de Casa.

Para consternación de los niños, el grupo comienza a dirigirse hacia el ala del hospital, sin hacer nada para calmar su temor por la situación.

Cuando llegan a su destino, notan que la profesora McGonagall permanece junto a una cama de hospital ocupada. Está enfrascada en una conversación susurrada con Madame Pomfrey y su expresión está pintada de preocupación.

"Profesor, ¿qué-?" comienza Harry, solo para ser interrumpido por Severus.

“Dejaré que Madame Pomfrey explique. Estaré esperando afuera.” Snape dice antes de darse la vuelta y salir de la habitación, dejando que los niños se acerquen a las dos mujeres.

La profesora McGonagall y Madame Pomfrey se vuelven hacia ellos cuando se acercan. "Oh, bien, estás aquí". dice McGonagall, fijándolos con una mirada de simpatía. “Te lo advierto, esto podría ser un poco impactante”. McGonagall se hace a un lado, revelando la figura acostada en la cama del hospital.

“¡Hermione!” exclama Harry, corriendo hacia su cama, Draco, Blaise y Theo no se quedan atrás. Se agrupan a su alrededor, mirando su cuerpo boca abajo con horror.

La encontraron cerca de la biblioteca, junto con esto. McGonagall sostiene un pequeño espejo compacto para que el grupo lo inspeccione. Draco lo toma en sus manos, girándolo de un lado a otro. “¿Significa algo para alguno de ustedes?”

"No." Draco responde simplemente mientras el resto de los chicos niegan con la cabeza malhumorados. McGonagall asiente solemnemente y se gira, apartando a Madame Pomfrey para que los chicos tengan algo de privacidad.

Harry toma la mano de Hermione entre las suyas, su mirada revolotea sobre sus rasgos petrificados. Después de un momento, se da cuenta de que hay algo apretado en su palma rígida. Se vuelve para asegurarse de que los adultos no estén mirando antes de soltar la mano de Hermione, revelando un trozo de pergamino arrugado. Draco, al notar los movimientos de Harry, mira lo que está haciendo su amigo antes de encontrar los ojos de Harry con curiosidad.