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Hwang Hyunjin

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Alguien "normal" podría decirle a Seungmin que está demente, pero a él le importaría muy poco.

Anotarse como ayudante del equipo de fútbol (lo que implicaba lavar sus apestosas camisetas y toallas) solamente para poder ingresar sin impedimento alguno a sus vestidores y observar de cerca sus siguientes posibles presas, era algo que sus mejores amigos habían calificado como "descabellado". Pero, como anteriormente se mencionó, a Seungmin le importaba realmente muy poco.

No era absolutamente nada divertido tener que cargar con una asquerosa y maloliente mochila llena de toallas y camisetas sudadas por todo el pasillo de la universidad y después tomar un taxi en dirección a la lavandería más cercana, pero todo era gratificantemente recompensado en el momento en que sus compañeros ingresaban a las duchas después de jugar y a medio vestir.

Seungmin sabía cómo disimular a la hora de pasar cabina por cabina en busca de sus prendas sucias y al mismo tiempo, echar una breve mirada a los musculosos cuerpos de cada uno de los jugadores.

Jeongin no había recibido información falsa. Todos estaban considerablemente dotados... pero ninguno llegaba a sorprenderle.

Incluso había tenido que descartar a Minho de su lista en el momento en que se supo que empezó a salir con un chico de intercambio recién ingresado llamado Jisung. Así que su búsqueda continuaba tranquilamente, o al menos así fue hasta que apareció Hwang Hyunjin.

¿Quién demonios era Hwang Hyunjin?

Hwang era otro más de aquellos estudiantes de intercambio que habían ingresado a la universidad a aquellas alturas del año.

Un niño bueno, educado, inteligente, aburrido, en exceso respetuoso... un cerebrito, ratita de biblioteca, entre otros calificativos algo más graciosos. Usaba unos grandes lentes redondos, pantalones muy anchos y se abotonaba la camisa hasta el cuello.

También usaba suéteres increiblemente grandes y con cuello de tortuga. Hwang Hyunjin era el típico tipo de chico que jamás mostraria más piel de lo necesaria.

No había absolutamente nada que ver con este chico (Que de hecho, desconocía de su existencia) hasta que Hwang Hyunjin se vió obligado a hacer parte del equipo de fútbol americano.

Contrariamente a lo que todos pensaban, Hwang Hyunjin era increíblemente bueno en los deportes, tan solo odiaba practicarlos, pero las chicas de toda la universidad enloquecieron cuando el muchacho se dejó ver por primera vez con el uniforme del equipo puesto.

¿Quién diría que una simple ratita de biblioteca podría tener tales muslos gruesos, fibrosos y brazos dignos de un modelo a la altura de marcas como Armani? Si, ni siquiera Seungmin se habría dado cuenta de ellos de no ser porque el chico necesitaba ganar puntos extras en el área de gimnasia y educación física, ya que era en lo único en lo que no destacaba.

Desde ese día, Hwang Hyunjin no pudo tener sus momentos a solas en la biblioteca cada tarde, pues las chicas le perseguían hasta en el almuerzo.

Sin embargo, Seungmin, aunque podría admitir que el chico tenía una cara que podría derretir los polos y unos brazos en los que te quisieras morir lentamente, no lo encontraba demasiado llamativo y eso era debido a que era un mojigato; el chico esperaba a que todos sus compañeros de equipo saliesen de las duchas para poder ingresar y hacer su aseo privadamente.

FALOFILIA - HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora