Lo Que Necesita Un Bebé

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Chūya había dejado al bebé castaño en el mismo lugar donde lo encontró, pero el menor lo seguía, a pasito lento no le perdía el rastro, mientras jalaba su mini sábana con una de sus manos, y con la otra se mordía un dedito.

— Deja de seguirme, niño. Ya te lo dije, no soy tu papá ni mucho menos tu madre. Soy un hombre, ¿No me ves? ¡Un hombre! Y tú no eres un perro, sino un niño con habilidad de perro.

Dazai pisó mal y cayó sentado, haciendo un ligero quejido de dolor.

— ¿Ves lo que sucede cuando sigues a los desconocidos? Regresa a tu casa en el bosque, vamos.

— ¡Mamá! ¡Mami!

Dazai comenzó a gatear hacia Chūya. Al no alcanzarlo, se levantó y caminó detrás de él, de nuevo, a pasito más apresurado, con la ropa más sucia que antes.

— No me hables, ya te dije que no.

Habían salido del bosque desde hace un rato. Chūya pudo notar la presencia de otras personas, quienes lo miraban con extrañez por la situación.

— Joven, su hijo necesita ayuda para avanzar rápido. Está todo sucio, lastimado, en condiciones no muy buenas. Podrías ser arrestado si los policías te miran con él así.

Dijo un hombre entrometido, que cargaba en sus brazos a su pequeña hija de dos años, aseada y bien vestida.

Chūya suspiró con cansancio y fue hacia Dazai, levantándolo en brazos y palmeando su espalda un par de veces. Permitiría que se recargara en uno de sus hombros al verlo bostezar.

— El niño se cayó allá atrás, por eso viene así. Pronto llegaremos a casa y podré darle un baño. No se preocupe por nosotros y cuide a su hija.

Respondió molesto, sin demostrarlo. No le agradaba para nada que las personas se entrometieran en su vida. Ahora caminaba por la ciudad con un bebé en brazos.

— Hambye.

Musitó Dazai. El pelirrojo soltó un ligero gruñido. ¿Había entendido bien? ¿El pequeño tenía hambre?

Por suerte, había una tienda sólo para bebés dónde podía comprarle cosas nuevas y desechar las viejas y sucias.

— Te compraré comida, leche y un biberón. Supongo que también necesitas un cobertor nuevo, ropa, zapatos y...

— Mami, esho.

Dazai estaba de pie frente a un estante de juguetes; señaló una jirafa de peluche con uno de sus deditos índice. Sus ojitos se iluminaban al verla.

— Ya te dije que no soy tu "mami".

— ¡Ji-dafa! ¡Ji-dafa!

Daba saltitos de emoción, creyendo que la tendría muy pronto. Chūya se aproximó más a él y se agachó, poniéndose a su altura.

— ¿La quieres?

— ¡Shí, ji-dafa!

— Bien.

Era el peluche original de una caricatura nipona, por lo que el precio también era elevado.

— ¿Qué se supone que estoy haciendo? Me estoy volviendo loco, eso es... Yo no soy así...

Murmuró.

✨✨✨

A llegar a casa...

¡Sorpresa!

El pañal de Dazai estaba sucio y Chūya había olvidado comprar pañales.

Nuevos retos para Chūya están por comenzar.


25.01.2023.

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⏰ Última actualización: Jan 26, 2023 ⏰

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DAZAI: INDIGNO DE SER UN PERRO "POR HABILIDAD"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora