Saltar piedras

Capítulo 11

Capítulo 11

¿Alguien recuerda cuando esto todavía era un one-shot?

parte 11

Zangetsu solo estaba parcialmente consciente de lo que estaba haciendo Ichigo. El adolescente de cabello naranja caminaba por el distrito de almacenes, buscando dónde se escondían los Visored en ese momento. Como esperaba Zangetsu, los Visored habían continuado siendo—o todavía eran—bastardos crípticos y no solo le habían dado a Ichigo la dirección directa.

Porque eso sería demasiado conveniente, aparentemente.

En lugar de prestar toda su atención a su portador, Zangetsu estaba ocupado destrozando el mundo interior de Ichigo. No con el único propósito de destruir los rascacielos, por supuesto (aunque fue inmensamente satisfactorio ver las estructuras hercúleas caer al suelo con un rugido que sacudió el aire), sino para practicar sus ataques. Ya había lanzado shikai, pero no iba a lanzar bankai, diablos, no, y su Getsuga Tenshō blanco y rojo más reciente atravesó el edificio más cercano tan limpiamente que la mitad superior del rascacielos en realidad se deslizó unos metros con el sonido. de metal chirriando contra metal antes de que toda la estructura se derrumbara.

El control siempre había sido un gran problema para Zangetsu e Ichigo, pero durante la guerra, el hueco descubrió cómo refinar su Getsuga Tenshō para que fuera más como una extensión de su espada que un simple ataque de energía. Todavía podía enviar furiosas medias lunas de energía, pero en una pelea era invaluable poder simplemente extender el alcance de su arma y potencialmente quemar a su oponente al mismo tiempo.

Le tomó semanas perfeccionarlo, pero cuando lo hizo, Ichigo había sido mucho más efectivo en la guerra.

"Eres demasiado ruidoso para este lugar," comentó secamente el Viejo, parándose a unos metros de Zangetsu. El hueco miró a su compañero de Quincy antes de cargar otro ataque, refinando y enfocando su poder para poder alcanzar el rascacielos que había estado detrás del otro.

"Si tienes un problema, ve a otro lado".

"El ruido llega a donde quiera que vaya".

"Puedes llorar todo lo que quieras."

Zangetsu lanzó el ataque y observó con satisfacción cómo despedazaba el edificio mientras la onda expansiva le apartaba el pelo de la cara y casi obligaba al hueco a dar un paso atrás. Una vez que el caos se calmó, Zangetsu sostuvo la cuchilla y empujó la hoja de la trinchera en un movimiento claramente practicado. Las dos hojas se fusionaron, y cuando la parte hueca de la hoja de la cuchilla se llenó y se volvió completa, la hoja misma se encogió y se aligeró hasta que no quedó nada más que una hoja sellada regular. Zangetsu rápidamente envainó la hoja en su espalda.

"Viniste aquí para hablar de otra cosa", dijo Zangetsu, mirando de frente al otro Zangetsu y cruzándose de brazos. "Así que habla."

"Le dijiste a Ichigo que eras del futuro".

Zangetsu asintió, sus ojos entrecerrándose ligeramente.

"Tengo curiosidad. Si regresaste del futuro y sigues siendo la fuente de las habilidades Shinigami de Ichigo, ¿qué pasó con la fuente de los poderes Quincy de Ichigo?"

Zangetsu inclinó la cabeza hacia un lado, observando al Viejo con una mirada inquietantemente difícil de leer. "Fuiste severamente debilitado en la lucha contra Yhwach. Apenas sobreviviste, y eso obligó a Ichigo a confiar más en mí para la lucha contra Aizen".

"¿Ichigo apuntó al Quincy antes que a Aizen?"

"'Curso." Zangetsu dejó escapar un suspiro. "Aizen se sentó en el asiento trasero y se escondió cuando aparecieron los Quincy. Sabía cuándo él y su Arrancar fueron superados. Se tomó el tiempo mientras luchábamos en los Quincy para volvernos más fuertes".