Todo sucedió tan rápido que no pude hacer nada para evitarlo. Cuando Kohaku se puso de pie corrió hacia mí, me tomó por la cintura y gritó "¡Kirara!". No sé donde tenía guardada su arma pero mientras me sacaba de la casa la lanzó en dirección al Señor Sesshomaru. No sé si su arma llegó a alcanzarlo porque cuando volteé a ver ya estábamos sobre Kirara volando por el cielo.
-"¡¿Qué... Qué crees que estás haciendo Kohaku!? ¡Déjame bajar, quiero volver a la aldea!"-
-"No lo permitiré Rin, no dejaré que Sesshomaru te aleje de mi."
-"¡Kohaku! El señor Sesshomaru no me está alejando de ti, ni de nadie. Yo he decidido irme con él, pero eso no significa que no los volveré a ver. Vendré seguido a visitarte Kohaku, solo... por favor déjame volver, es lo que yo quiero".-
En la aldea todos habían quedado perplejos por lo que había ocurrido. Sesshomaru había logrado evadir sin problema alguno el arma de Kohaku y se proponía seguirlos rápidamente.
-"Espera Sesshomaru, ¿A dónde vas?"
-"Inuyasha, a donde crees que voy."
-"Entonces que ni se te ocurra hacer alguna locura."
-"Ja, ¿locuras?, ¡Jaken!"
-"Sí, amo bonito"
-"Te quedarás aquí."
-"Sesshomaru.... Por favor, no le hagas daño a mi hermano, por favor, te lo ruego"- dijo Sango lo más calmada posible mientras Miroku la abrazaba fuertemente. Sesshomaru no volteó a mirarla, pero Inuyasha sabía que su hermano no era el mismo de hace algunos años, él no dañaría a Kohaku, o al menos eso esperaba. Kagome sostuvo el brazo de Inuyasha y mientras él volteaba Sesshomaru salió de aquel lugar. Y así fue como lo vieron irse sin que alguno notara que el arma de Kohaku ya no se encontraba con ellos.
Sesshomaru no podría ocultar su ira. Nadie podría atreverse a quitarle a su Rin. Nadie.
Kohaku descendió en una montaña alejada de la aldea. Tomó a Rin en sus brazos y la bajó de Kirara.
-"Kohaku, ¿Dónde estamos? Por favor, hay que volver"
-"Rin, no sé si lo que te estoy por decir cambie tu decisión. Pero, desde el primer instante en el que te vi me agradaste y mucho. En estos años que hemos pasado juntos, ese agrado se ha convertido en algo más. Uhm, lo que estoy tratando de decirte es que... te amo Rin, y ¡no voy a permitir que te vayas con Sesshomaru!"
-"Kohaku..."
-"Yo no puedo dejar que la persona que amo este con un yukai como él, Sesshomaru no es como Inuyasha, y tu lo sabes, escapa conmigo Rin, vayámonos lejos, te prometo que yo haré que te olvides de Sesshomaru, yo puedo darte todo el amor que él jamás te dará. Rin, por favor..."
-"Kohaku..."
Rin no pudo evitar soltar unas lágrimas. Kohaku tenía razón en algo, el Señor Sesshomaru no la amaba como ella a él. Su corazón no se aceleraba cuando la veía. Él no soñaba con sus ojos, o con su pelo, o con su cuerpo, como ella lo hacía con él. Sesshomaru jamás le correspondería. Pero Rin también sabía que nunca podría evitar olvidarlo. No importara cuando se alejara o cuanto alguien más la amara, ella no podría olvidarlo, no podría dejar de amarlo.
-"Kohaku, yo te quiero, pero sabes que no puedo irme contigo, te ruego que me perdones, por favor".
-"Pero, no lo entiendo, ¿Por qué Rin? ¿Por qué lo amas a él? ¿Por qué?"-
Kohaku estaba llorando sin poder detenerse. Rin se acercó a él, le tomó el rostro y puso sus labios sobre los de él. El momento fue corto pero para Kohaku fue eterno. Rin se comenzó a alejar de él, pero cuando ella se volteó, Kohaku la tomó por la cintura y la jaló hacia él. No podía dejar que se vaya. Repentinamente su arma cayó del cielo y el impacto le hizo soltar el cuerpo de su amada.