Una Vida a tu Lado

"76"

Narra Fabián Hoffman

Empecé un beso lento, que poco a poco se volvió una guerra entre nuestras bocas. Ella se separó un momento y me miró a los ojos.

Había actuado mal, ahora tenía que cuidarla más, a ella y a nuestros hijos; pero fácilmente perdía el control, y frente a Jake.

—Fabián ¿Que estamos haciendo? —tomé su rostro entre mis manos

—Voy a protegerlos, a los tres; Te lo juro —un brillo se formó en su mirada —Pero tienes que decirme la verdad...

Mordió su labio inferior y luego dijo:

—Fui a verme con Tanner porque... Me dijo que Albert está vendiendo la empresa

Me quedé helado, solté su rostro y la mire con el ceño fruncido

—Ya lo sabes

—Si, ¿Cuando te enteraste tú?

—Colton vino hoy...

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Pasó algo? Lo ví y no me dijo nada.

Tomé su rostro entre mis manos

—Vino a hablar conmigo y con Elena sobre Luca

—¿De qué hablas?

—Corremos peligro aquí, Gabriela me llamó hoy y... Creo que tenemos más de un enemigo

Abrió sus ojos como platos

—Fabián, Jake, el bebé... —dijo asustada

—Tranquila —besé su frente —Hay algo más.

—¿Qué sucede...?

Le conté a Grecia de la traición de Luca, estaba en shock, y lloraba. Tenía el corazón partido al saber de la traición del hermano que ella tanto adora.

Luego de eso se volvió a quedar dormida, entre mis brazos. Estaba muy afectada, muchas noticias para alguien que recién comienza un embarazo.

«Otro hijo...»

Esto complicaba las cosas. Sin embargo, iba a tomar más medidas de seguridad y proteger a mi familia, sea como sea; recordé las palabras que una vez le dije a mi esposa.

«Yo solo quiero Una Vida a tu Lado...»

Y ahora la tenía

[...Meses después...]

Han pasado meses, estábamos Jake, Grecia y yo solos en la hacienda. Mi tía Arabella estaba buscando a Máximo, él ha estado desaparecido por algunos meses, y mi tía estaba tan preocupada que se fue personalmente a Italia. Parece que se está descuidando.

Elena se encontraba en la ciudad con James, está colaborando con el FBI, pues ella estuvo muchos años con Albert. 

Luca. No he hablado con él, no quiero ponerlo sobre aviso y que le diga algo a Albert, no confío en él ni en nadie. Además de que se que él es capaz de apuñalarnos por la espalda sin piedad. 

Había guardias por todos lados, en los terrenos y los límites de la hacienda, dormía con un ojo abierto, Grecia casi tenía siete meses de embarazo e intentaba acercarse a Jake.

Él no nos llama papás, aunque de vez en cuando me lo decía a mi. Comprendió que nosotros somos sus padres y tiene que estar aquí, aún no es tonto, sabe que Albert en cualquier momento puede aparecer, tiene un poco de miedo.

Yo buscaba a Albert por todos lados, pero no obtenía respuestas positivas, no pudo haberse cambiado de planeta, sin embargo aún tenía meses sin saber.

Termino de acomodar los botones de mi camisa cuando la puerta se abre y veo a Jake. Se sienta sobre la cama y me mira a través del espejo.

—¿Qué tal? —había salido con Grecia, a uno de sus controles

El se acostó y se hizo bolita. Me acerqué y me senté a su lado, dirigí mi mano a su cabello el cual despeine.

—Anda ¿Qué te pasa? —se sentó nuevamente y me rodeó con sus brazos

—Te quiero papá —dijo y sonreí

Ya nos quería, aún solo a mi me decía papá, eso tenía a Grecia un poco decaída pero con la llegada del bebé, se distraía.

—Yo igual hijo —nos separamos —¿Dónde está Grecia?

—Se quedó en la sala

—Vamos a verla, quita es cara

Narra Grecia Evans

Jake subió las escaleras mientras yo me sentaba en el sofá. Mi panza no era tan grande pero se notaba, siete meses era suficiente para saber a simple vista que estaba embarazada

—Así que, princesa —acaricié mi vientre —Mi amada niña

Hace poco me habían dicho que era una niña, venía sana y hasta ahora sin complicaciones. Fabián no sabía el género de mi pequeña, pero le diría hoy de una vez.

Giré mi cabeza y ví a los hombres de mi vida acercarse. Fabián besó mis labios y acarició mi panza

—¿Y bien?

Mire a Jake

—¿Le dijiste algo? —él negó con una sonrisa

—¿Había algo de lo que me tenía que enterar? —arqueó una echa

Jake se puso junto a mi y metió sus manos en mi bolso, sacando la misma ropa color rosa que él compró hace nueve años.

Mi hijo le extendió la prenda y Fabián la tomó, una hermosa sonrisa se dibujó en sus labios

—Es una niña —susurró

—Si

Me abrazó de pronto y besó mis mejillas repetidas veces

—Una princesa —tocó mi panza de nuevo —Y un campeón —miró a Jake que se unió al abrazó

En la tarde, estaban Jake y Fabián jugando en el patio lleno de césped. Mi esposo al verme sonríe, pero yo al contrario le hago señas para que se acerque.

Me siento en la pequeña mesa y el frente a mi

—Me prende verte embarazada  —habló con picardía

—Me lo has demostrado —le devolví el gesto

—Tus pechos son más grandes, y sabes aún más deliciosa —se acerca y me besa

Yo sonreí soltando un suspiro

Puse la carpeta sobre la mesa y se la acerqué

—¿Qué es? —preguntó

Había comprado la empresa. Luca estaba tras ella, y a mi parecer Albert estaba siendo de forma injusta con él, ya que si Luca lo había ayudado en todo estos años, simplemente pudo haberle dado la compañía hace años, pero no, lo dejo compitiendo, y al final la que la compró, sin él saberlo, fuí yo.

—La empresa te pertenece, Fabián —me observó

—¿De qué hablas? —ladeó la cabeza

Negué

—Compré la empresa Fabián. Vinos Campbell es nuevamente tuya amor —nos levantamos y unió sus labios a los míos de pronto

—¿Cómo lo hiciste? —sonrió —No sabes lo mucho que me sorprende, te amo, yo...

—¡Hey! —Jake nos llamó

Aún no me decía mamá, me sorprendía que aún no, me desilusionó pero me conformaba con que me quisiera y al contrario no me rechazará.

—¿Qué pasa mi amor? —le dije cuando estaba frente a nosotros

El se volteo y apuntó con su dedo, pudimos ver a Luca, con las manos en los bolsillos y semblante serio. Poco a poco se acercó y nos miró a los cuatro.

—Hermanos

Pronunció frente a nosotros y mi piel se erizó

…