Querido amigo con derecho
Oh, Dante, no se como empezar esta carta. Hay tanto que decir y tan pocas palabras para expresarme. Es tan extraño no tener palabras cuando yo las conozco todas.
Seré directa: no puedo seguir con esto.
Dante frunció el ceño y tomó asiento. No le agradaba nada el tono que la carta estaba tomando.
Esto es algo que ya no puedo manejar.
Me estoy riendo, parece una carta de ruptura, pero no somos pareja ¿los amigos con derecho rompen? Con nosotros todo es tan extraño, Justo eso es una de las cosas que me gustan.
Pero me canse de esto. Esto que no tiene un futuro. Nosotros no tenemos un futuro y me di cuenta de eso hace mucho tiempo, solo que soy terca y ciega con lo que no quiero ver. Irónico ¿Verdad? Hice eso que tanto critico.
Hablé contigo, fui paciente hasta el infinito y esperé sin un resultado... Esperé a que me dieras el lugar que desde el principio decidiste que no ibas a darme.
Yo siempre estuve en ultimo plano y eso me dolía hasta el infinito, contrario a lo que siempre dices: tengo un corazón. Lo sé porque duele mientras escribo esta carta, lo sé porque lo rompiste.
Me cansé. Me cansé de que siempre hubieran excusas para todo. Todo lo que tenía que ver conmigo.
Dante arrugó el papel. Tomó su teléfono y marcó el número de la maldita mujer exagerada que llevaba todo a los extremos. Siete tonos después y lo envió al buzón.
— ¡Maldita sea! — murmuró escribiendo un "¿donde estas?" En el chat de la chica. Mensaje que fue enviado pero no recibido.
Caminó de un lado a otro por la sala de estar mientras seguía llamando sin éxito alguno.
Miró la carta arrugada, sabía que lo que había en esa carta no iba a gustarle nada. Pero era todo lo que tenía en ese momento. La Tomó, desarrugo y suspiró antes de buscar la última palabra que leyó.
Pero no podía reclamar, era tu amiga con derecho y no tu novia. Mi trabajo era simplemente esperar que el tiempo para mi apareciera. Tiempo que no aparecía porque me tenías en último plano, pero está bien, no es tu culpa, es mía por haber esperado demasiado de alguien que no valía nada.
Se lo que piensas, lo sé muy bien. Y no, no iba a decirte que no cuidaras a tu madre, tampoco que faltaras a clases o al trabajo, ¡Claro que no! Pero tampoco soy ciega, mucho menos soy estupida. Tu tiempo no era tam limitado como siempre quisiste hacerme creer. Para salir con tus amigos siempre había tiempo, pero para tener sexo conmigo no. Hasta llegué a pensar que eras gay.
Aún me cruza la mente, en verdad.
Recuerdo cuando me miraste a los ojos y me dijiste "El único tiempo libre que tengo te lo dedico a ti, por favor valora eso" debo admitir que fue sorprendente, quedé maravillada ese día porque ni siquiera yo soy capaz de mentir viendo a los ojos. Fue muy insultante el hecho de que me creyeras tan imbecil.
Quise golpearte, y ahí yo me sentí orgullosa de mi. No puedo creer que no te rompí la cara ese día.
Nunca pedí mucho. Yo conocía mi lugar y me mantenía en el, como amigos con derecho me correspondía sexo, mucho sexo. Sexo que no me dabas por "falta de tiempo"
Siempre estuviste para mi, Dante. Si me caía me ayudabas a levantar, si lloraba tú limpiabas mis lágrimas y a mi derecha estabas tú junto a mi, acompañándome en todo. Pero nada de eso te correspondía, te correspondía darme sexo y aquello que tenías que hacer era lo único que no hacías. Cosas de la vida.
Todo estaba bien contigo, bueno, casi. Pero me cansé, solté la cuerda y dejé todo caer. Me harte de decir lo mismo, me harte de que me miraras a los ojos y me prometieras cambiar, que prometieras tener más tiempo para mi. ¿Sabes que? Eso nunca debió pasar, los amigos con derecho no pasan por ese tipo de porqueria.
Me cansé de eso y hoy me voy. Tome todo lo mío y dejé lo tuyo, incluyendo mi corazón, porque ese te pertenece aun en pedazos.
Es cursi y estupido que te haga una carta. Esta es otra de las cosas que los amigos con derecho no hacen. Pero como a ti te encanta hacer todo menos lo que corresponde aquí estoy yo, contagiada de esa maldita manía tuya.
También te la dejo.
Fuimos unos estupidos, yo por pensar que algún día cambiarías y tu por pensar que yo siempre estaría aquí para ti. Pero se acabo.
No me busques, me cansé. Hoy pinto mi línea y no dejaré que la cruces.
Hasta aquí. Adiós Dante.
El nudo que se formaba en su pecho y garganta mientras que tenía en sus manos el papel. ¿A donde se había ido? ¿Cómo era posible? Se suponía que ella estaría siempre con el, que ella lo ayudaría en todo y siempre al despertar tendría Un buenos días de su parte.
Pero ya no. ¡Se cansó! Se había ido por su idiotez y toda la cobardía que el tenía en s interior.
¿Ahora que haría con el anillo?
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Jardín de lágrimas
RandomRecopilación de pequeñas historias tristes... o no tanto Portada hecha por: -mo0nch444