De entre las cenizas

4 1 0
                                    

Lágrimas caen de mis ojos, alcohol fluyendo por mis venas, desastrosas escenas aparecen en mi cabeza, en medio de pensamientos, la cercana solución no prospera, para que seguir amando, seguir mintiendo, y seguir ahogándome en este mar de sufrimiento en el que poco a poco mi alma abandona y en donde mi cuerpo reluce flotando.

Cada vez está más cerca, tan cerca que casi la puedo tocar con los dedos, cuyos solo logran acariciar el filo de la navaja cuya muñecas van a cortar, hasta que solo quede de mí ser, aquel cuerpo sin vida del que alguna vez logró transmitir alegría, envuelto por un gran charco de sangre fría, tan fría como la de un animal al cazar a su presa, que a pesar de ello sigue sabiendo a victoria, una carmín victoria parecida al color del vino anteriormente consumido.

Llevaba un tiempo pensando en mi trágico fin, en todo lo bonito que dejaría atrás, de aquellas personas que me llenaban de paz y de aquellos bonitos momentos en donde no hacía falta nada más que una gran tarta para festejar todos los años que llevaba viva, en donde por medio de esos recuerdos aparecían escenas violentas, burlas continuas y una abismal impotencia por no poder hacer nada.

Al parecer, esos bonitos recuerdos se veían corrompidos por otros malos, de cuyos ya no podía escapar, manteniéndome cuerda, simplemente el pensamiento de poder seguir adelante pasase lo que pasase.

Pero ya no podía más, cada vez las burlas se incrementaban y mis intrusivos pensamientos no cesaban, no tenía otra solución que no fuese la muerte y aunque llenar mis manos de espesa sangre no fuese lo más agradable, ya no tenía otra opción.

Dejándome llevar por aquellas melancólicas melodías combinadas con mis incontenibles llantos al darme cuenta de lo que realmente estaba haciendo.

Ya no había vuelta atrás, ya no podía hacer nada más que lamentar e inconscientemente gritar por ayuda.

Y antes de que sonase la última canción, la puerta del baño se abrió, dejando ver mi inconsciente cuerpo, dicha persona se alarmó tanto como el corazón de un enamorado, todo pasó tan deprisa, todo iba al ritmo de la música, esas melodías que cada vez llegaban más a su fin, incrementando el miedo en todos los presentes.

Solo quedaba el sonido de sollozos tan fuertes y rotos como el sonido de un vaso al caerse.

En aquella habitación de hospital la angustia invadía el lugar, con esperanzas de alguna señal de mi parte por despertar, pero no había nada, todo el mundo deseaba mi despertar y que les volviese a sonreír con aquella sonrisa risueña que solía tener, que les volviese a hacer reír como antes, poder pasar otra tarde junto a mí donde toda ella siempre era invadida con divertidas charlas, pero no pasaba nada, no había ningún indicio de mi despertar.

Al pasar de los meses, la esperanza se iba desvaneciendo cada vez más, como las hojas de los árboles lo hacen durante el otoño.

En este momento, todo el mundo se encontraba mandándome fuerzas y aquellos que nunca lo hicieron o quienes solían hacer lo contrario, también, mostrando arrepentimiento por todo lo hecho, pero ya era demasiado tarde, mi vida pendía de un hilo, lamentándose por lo sucedido y deseando que despertase, o por lo contrario dando por hecho ya mi fin, despidiéndose de mí mandándome rosas allí en donde estoy.

Pero para la alegría de algunos y la rabia de otros, resucite como el fuego de entre las cenizas. Más ardiente que nunca, desperté dando gracias a poder volver a la vida para arreglar todo aquello roto en el pasado, alejando a aquellos que me hacían mal y a aquellas voces que transmitían comentarios insufribles que poco a poco empezaron a bajar sus decibelios, hasta simplemente escuchar murmullos o reducirse a miradas heridas por haberles devuelto todo aquello que antes sufría a diario.

Sentir pena y desprecio hacia ellos ha dejado de ser la segunda opción, la misma que yo era para muchos de ellos, simplemente una chica con la cual pasar el rato, pero eso ya no importaba, todo estaba bien desde ahora, cerrando esta etapa como el retorno de una nueva vida, fuera de vasos rotos, despedidas y dolor.

26/01/23

De entre las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora