El verdadero Harry Styles

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-Y Niall me dijo que las hormigas se volverían gigantes si las metíamos en la piscina! Pero me mintió... - bufó Louis, cruzándose de brazos. Harry río.

-Seguro Niall tampoco tenía idea de que las hormigas no iban a crecer si se arrojaban a la piscina.-articuló Harry, con la vista fija en la carretera.

- Niall siempre me miente... pero lo amo... es mi mejor migo. -empezó a balbucear el ojiazul, soltando pequeñas risas. - Pero Hazz... no te pongas celoso. Yo también te amo a ti.

Harry no dijo nada, pues su vergüenza no lo dejaba.

-Es ahora cuando me dices que tú también me amas,Hazz.- le recuerda Louis, sonriendo ampliamente, pero sin mostrar sus dientes. Ante aquella mirada de cachorro, Harry simplemente no pudo negarse.

-También te amo, Lou. -murmuró, sonriendo ruborizado.

Louis se calló en ese momento y los que siguieron después y Harry le agradecía, pues no quería tener que morir de la vergüenza por otras cosas que se le pudiesen salir a Louis en ese estado de ebriedad, donde parecía no tener filtro alguno a la hora de hablar.

Un par de minutos después, ambos estaban frente a la casa de Harry, quien hace tan solo un par de meses vivía solo con su hermano mayor, Sam, quien le había recibido con los brazos abiertos cuando volvió del intercambio estudiantil en NY. Sus padres le habían pedido que volviese a su antiguo hogar, pero Harry prefirió vivir con su hermano en Londres y, después de conocer personas tan fantásticas como las que eran sus nuevos amigos, no se arrepentía de su decisión.

Salió del auto, pensando que tendría que abrirle la puerta a Louis y llevarlo él mismo hasta el interior de la casa, pero se sorprendió en cuanto el mayor abrió solo la puerta y salió por su cuenta, caminando entre tropezones a la entrada.

-¡Lottie! -gritó Louis, deteniéndose unos metros antes de llegar a la puerta.

-Louis, Lottie no se encuentra aquí, esta es mi casa. -le hizo saber Harry parándose frente a Louis, quien le miró con el ceño fruncido.

-¿Por qué me trajiste a tu casa, Harry? -preguntó Louis enarcando una ceja.

-No tenías dónde pasar la noche, Lou. Me ofrecí a darte hospitalidad porque sé que mi hermano no pasará aquí la noche, además, sé que no le molestará.-le explicó Harry, esperando que Louis le entendiese.

Éste sonrió.

-Si querías que durmiera contigo no tenías que inventar una excusa,- Louis hipó. - yo hubiese venido..si era contigo.. sin importar nada..

Harry sintió calientes sus orejas.

-No, Lou... yo...y-yo.- Louis abrazó a Harry, acercando en demasía su rostro al del menor.

-Silencio, Hazz...despertarás a Lottie... -susurró Louis, mirando fijamente a los labios del ojiverde, quien empezó a entrar en pánico de inmediato. Y si Louis lo besaba? Qué se supone que debería hacer si eso llegaba a ocurrir ¿Aceptarlo? Y si se sentía rechazado?

Pero no tuvo tiempo de pensar mucho más, pues Louis le besó en la nariz y se apartó, tambaleándose hasta la puerta, donde empezó a golpear aparatosamente, sin cuidado alguno. Harry tuvo que respirar más de tres veces contando hasta diez.

El rizado caminó hasta él y lo apartó levemente de la puerta, dándole tiempo para mirarlo con una sonrisa boba y abrazarlo por la espalda, trepándose como un pequeño koala.

El menor sonrió y abrió la puerta, luchando por no caer hacia atrás y herir a Louis.

Cerró la puerta de su hogar una vez ambos estuvieron dentro. El mayor enredó sus brazos en el cuello de Harry y apoyó su mejilla en el hombro del rizado, suspirando pesadamente.

Falofilia [Larry Stylinson] Adaptación ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora