Un omega en tiempos de hambre

II

Su primer encargo o labor ayudando a aquel pueblo había salido mejor de lo que esperaba, y ahora estaba en su casa asicalando sus alas, pues estaban algo llenas de tierra; tras pasarle un cepillo de cerdas suaves finalmente se sintió limpió.

Ya se había duchado hace unos momentos pero la tierra parecía que se había quedado atorada en su plumaje, por lo que ahora se sentía mucho mejor sin nada de suciedad en estas, y si se preguntan el para que quiere estar tan presentable. Hoy saldría de patrullaje nocturno con Fargan y AlexBy, ambos alfas lo habían invitado y tras haber sido esto permitido por Merlon le informaron la hora a la que se iniciaba ha realizar esto.

Aún que primero tenía que reemplazar algo nuevamente, por lo que sin más fue a su baño.
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Finalmente había llegado, más puntual de lo usual pues no quería dar una mala impresión, así que una vez estaba ahí espero unos minutos a los otros dos, quienes llegaron a la par conversando.

"FARGAN!!ALEXBY!!"

Exclamó emocionado el pato, así mismo se acercó casi corriendo hacía ellos.

"Chaval pero es que eres una bomba de azúcar, no te cansas?"

"Eh?"

Respondió ante la pregunta hecha por el de casco de trooper.

"Es que que me han dicho que te toco la tarea que sería para Illo, a tí te iban a mandar a buscar lo que mandaron a Juan"

"Enserio?!"

"SI"

Ahora respondió el aviar mayor mientras su mano pasaba por sobre los hombros del más bajito, si Alexby arpenas le ganaba por unos cuantos cm.

-Y a Juan que le había tocado?-

-Hmm...creo que ir a ayudar a una señora a la que se le había descompuesto la carreta, Illo llego algo tarde por lo que la señora se enojó por la impuntualidad. Creo que por eso Merlon te quería enviar a tí, por tus alas-

Soltó sin más el búho y tras decir ello empezaron a subir una colina.

-Bueno, suerte en su patrullaje aéreo estaré checando por acá -

Se despidió aquel hombre que iba casi desnudo de no ser por aquellos pantis que cubrían apenas en su zona baja.

Los aviares se despidieron y vieron como este se alejaba a paso tranquilo, por lo que ya sin nada más que hacer el alpha se lanzó desde la cima de aquella colina, iba bajando en picada hasta que cuando ya solo faltaban unos pocos metros para llegar al suelo extendió sus alas a la par y tras unos pocos pero fuertes aleteos se empezó a elevar.

El pato aún algo desconfiado solo se lanzó, empezando a aletear tan pronto había saltado. A los pocos segundos ya estaba en los aires tratando de seguirle el paso a el otro chico.