El sueño. (Capitulo 1)

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He estado en las playas, en los horizontes, en una casa enorme que en tres distintas localizaciones yo siempre soy la que sufre, pero a veces, solo a veces me encuentro en lugares extraordinarios, lugares de en sueño y me doy cuenta de que es solo eso, un sueño. La mayor parte de lo que está en mi cabeza son fantasías para disfrazar problemas reales, quisiera que no fuera así pero no puedo cambiar la realidad con esto, aun que a veces quiera vivir en un sueño, dormir para siempre y soñar lo que yo quiera, que no haya dolor, daño, sufrimiento o ningún otro sinónimo.

Pienso en que si esto fuera real probablemente yo no estuviera perteneciendo a un grupo de tres personas totalmente desnaturalizadas y problemáticas, si no a un grupo que pelea contra criaturas mitológicas y un relato de la antigua China y Japón, así que después de todo estoy bien, siempre y cuando recuerde... despertar.

***

*Piensa una forma de despertar. Pellízcate* lo hago sin pensar.

*No funciona* le digo a mi subconsciente intentando que me deje en paz.

*¡Anda despierta, levántate! * de nuevo en mi cabeza gritando.

Tengo que pelear conmigo misma todas las mañanas porque un maldito sueño no me deja en paz, junto con la intriga de saber qué es lo que sucede después del beso...

El es hermoso y cuando despierto no puedo recordar sus facciones, pero siento como mis labios piden más de ese beso, me quedo con el sabor y el pensamiento de que no es posible olvidar algo así y siempre es distinto el sueño, como un capítulo más de una novela de amor, pero siempre termina con el beso y no quiero despertar. Es mi condena despertar justo en lo que podría ser el sentimiento de mi existir y pienso: "Tal vez debería morir y vivir en este sueño profundo, con mi hombre perfecto y el beso de amor verdadero".
Al fin y al cabo después cuando intento recordar el comienzo de cada capítulo de mi novela en sueño, ya no está, no queda nada, es como un juego mental y lo aborrezco.



-¿Qué es lo primero que piensan al abrir los ojos por la mañana?-... dijo Azeneth mirando hacia un punto fijo del otro lado del campo.
-Yo pienso en que es el comienzo de otro miserable día y me levanto con el pie izquierdo a propósito para ver si cuando salga a tirar la basura de casualidad no llega un vago y me lleva a México a un nuevo comienzo como prostituta barata... no es real, lo único es el día miserable comenzando disfrazado de un "¡adentrémonos a las aventuras!" y lo del pie izquierdo.
Ella es mi segunda mejor amiga y digo segunda porque si Jade me escucha decir que es mi mejor amiga le da un infarto, figuradamente por supuesto. Azeneth es todo lo contrario a Jade en cuestión de formas de pensar aun que rara la vez ella está de acuerdo. En rasgos físicos ella sería el sueño de todo chico: cabello rubio-castaño de los que brillan sin usar nada y ondulado, piel súper blanca, es la más pequeña del grupo, ella dice que su cuerpo es feo pero yo pienso que con sus caderas y cintura atrapara a un buen hombre, y por supuesto es inteligente, Jade y yo le decimos Azeta.

-Ya quisieras tu tener mis piernas y caderas para que un vago te llevara.
Esa es Jade aun que un poco egocéntrica tiene la razón de la mayor parte de las cosas que se discuten entre nosotras, nunca se lo decimos Azeta y yo, porque si lo hacemos tal vez después quiera gobernar el mundo. Tiene piernas largas pero no flacas como las mías, si no bien tonificadas y buen trasero, es la diosa del grupo: cabello largo color negro profundo, piel blanca y a pesar de que me cueste trabajo reconocerlo ella es increíblemente inteligente pero arrogante a la vez.

-"Sufres o crees que sufres"- solté sin responder nada ante lo anterior.

-¿Qué?- dijeron al mismo tiempo sin entender.

Entre sueños te améDonde viven las historias. Descúbrelo ahora