Entre sueños te amé

Lugar hermoso y desconocido (Capitulo 4)

Después de un lunes largo y enseñanzas de Historia que probablemente no aplique en mi vida fui a casa de Iker a hablar sobre lo sucedido anteriormente, ya que se aproxima el día del amor y la amistad y no quiero seguir "peleada" con quien es mi mejor amigo ni con nadie más, no en ese día.
Toque la puerta, el timbre está disponible pero es de la forma que sabemos que somos nosotros cuando llegamos de improviso; después de dos series de tres golpes por cada dos minutos estoy parada enfrente de la puerta en la espera de muchos minutos a la larga, nadie atiende, me preocupo y de repente... Sally la modelito de su novia se aparece justo enfrente de mí.

-¿Qué quieres?
La maldita trae la camiseta de Iker que le regalé en su cumpleaños, con sus piernas largas y bronceadas a la vista. Descarada.

-Te va a dar pulmonía- dije sarcástica.

-¡¿Qué quieres?!

-Oye tranquila...- simulo limpiar algo de mi rostro- ...me escupiste.

-Ash- intenta cerrar la puerta en mi cara.

-¡No espera!- digo esforzándome para que la puerta no se cierre.
La suelta.

Intercambiamos miradas matadoras por unos segundos hasta que me canso.
-Quiero hablar con Iker, solo dile que baje.

-El no quiere hablar contigo.

-¿Cómo sabes eso?, ni siquiera le has preguntado.

-Si quisiera hablar contigo no me hubiera enviado. Que bueno que ahora sé que cuando tocan tres veces eres tú o una de las otras dos ratas, así las evito mejor.- me tira una mirada de una digna diva que acaba de hacer la obra del día.

Me quede callada mirando sus ojos intentando averiguar la verdad sobre lo que decía, pero esa es la única verdad, el no quiere hablar conmigo y ella tiene razón, no la hubiera enviado además porque sabe que no nos soportamos.
Sin respuesta por parte mía, cierra la puerta en mi cara por fin.

En lo que camino a casa pienso en que tal vez este sea el fin de nuestra amistad, todo porque no sé que me sucede y entre más me adentro a pensar en que tengo que resolver algún problema conmigo solo hago que mis amigos se alejen de mí, me pregunto porque me pasan las peores cosas en los momentos más difíciles de mi vida, tal vez mi destino sea así.

***

Martes 14 de febrero día del amor y la amistad junto con un poco de desgracias y dolores, parada enfrente de la escuela, antes de entrar pienso que es ridículo y estúpido.
Sin darme cuenta ya hay dos chicas paradas a mis costados.

-¿Pensamos entrar?- Jede. De esperarse.

-No tenemos si no quiere. - Una respuesta poco creíble viniendo de Azeta.

-Que astutas, pero no podemos huir de nuestra realidad- digo mientras me adentro al instituto.
Se quedan en el mismo lugar mirándome.

- ¿Vienen? - grito desde adentro.
Me da un severo dolor de cabeza pasar por los pasillos y tener que ver flores, chocolates y oler amor a larga distancia, ¿Cómo es que de un día a otro pusieron todos esos adornos? Me puede y no porque no tenga pareja, ya lo dije, es ridículo.

-¿Esto no les provoca dolor de cabeza?- hago cara de fuchi.

-Migraña es lo correcto.

-Hay chicas no sean tontas...-llegamos a los casilleros-... este es un ambiente poco común. Disfrútenlo- Jade y su vestido rojo muy provocador, el cual no había notado.

-¿Ya tomaron todo?- pregunté.

-Ya- ambas responden.

Nos toca Lectura y redacción y se significa que hay que entregar trabajos, es mi parte favorita de hacer tarea para esta clase, muero de ganas porque la maestra lea lo que escribí y me felicite. Qué bien que por ser día del amor y la amistad la señorita Collins decida aplazar el día de entrega de trabajos pero por supuesto yo lo entregue de una. Historia, Química, Orientación y estoy segura de que otras más se dejaron llevar por este maldito día y por esta razón la escuela término rápido, el miércoles libre por la misma causa.

Decidimos aislarnos de todo e ir a un parque que hemos visitado juntas desde pequeñas, hay mesitas y lugares exclusivos para acampar. Nos sentamos en el pasto a comer de la pizza que compramos de camino.

-¿Recuerdan cuando acampamos aquí por las exploradoras?- digo mirando hacia el cielo.

-¿La ultima vez?- Azeta

-Si- Jade

-Sí. Tres pequeñas niñas corriendo entre los arboles viviendo la dulce niñez, cuando de repente ven un río que pasa de extremo a extremo sin encontrar donde termina, un camino de piedras en medio para pasar al otro lado, deciden jugar entre esas piedras pues no parecía profundo, ni peligroso pero una de ellas cae envuelta en lo que parecía ser una ola fuerte... las otras dos aferrándose a las piedras mientras buscaban la forma de ayudar a su amiga, tomándola de los dos brazos la avientan hacia un lado para que con la ráfaga se atorara en una piedra más adelante, no solo se atoro si no se golpeo...

Ellas solo escuchan en silencio, mirándome con sentimiento.

... primero sintió frio aun estando fuera del agua cuando la ayuda había llegado, después sintió como su cuerpo ardía como si estuviera en medio de un incendio, sintió miedo, intento atrapar cada ola de aire que podía, se ahogaba y por último...- continúe con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta-... estaba en paz, cálida y en los brazos de un ser que la protegía, su padre. Ella murió unos segundos y tuvo el momento que cualquiera hubiera querido tener, un poco más de tiempo con la persona de la cual no se pudo despedir alguna vez, cuando desperté solo se fue y quedó en mis recuerdos.
En mi mente esta que él, mi padre, no cumple un año más de muerto en este día si no que cumple un año más de gozo en ese lugar desconocido y hermoso, sin dolor. No esta de mas decirlo si ya esta entendido el por qué de odiar este día en realidad, mi padre murió el 14 de febrero hace 6 años atrás, un año después de su muerte casi muero yo y quiero creer que la razón porque no fue así, fue él.

-No puedo decir que no hicimos lo que estaba a nuestro alcance para salvarte, éramos pequeñas y no sabíamos con exactitud que sucedía- habla Jade por fin mientras limpia sus lagrimas.

-No tenían que hacerlo, si no hubieran hecho lo posible por salvarme yo estaría con mi padre en ese lugar hermoso. Tal vez no estarían intentando arreglarme ahora.

-Basta, no hables así, seguiremos haciendo lo posible porque tu estés aquí donde a él le hubiera gustado estar y con bien, no por el hecho de torturarte si no porque ya no hay vuelta atrás y estas viva, te salvamos quieras o no- Azeta siendo dura por primera vez.

-Yo no quiero estar aquí. Lo extraño.

-Lo lamento Brooke pero te amo y no dejare que pienses una estupidez como esa.

La cosa es que hace tiempo no venía aquí, creo que nuestras madres lo habían evitado tanto como pudieron hasta ahora que crecimos y con

un poco de suerte no les tenemos que decir donde estamos exactamente. Creo que no hablo en serio cuando digo que ya no quiero estar aquí, solo que siento que me encuentro en un limbo entre los sueños y la realidad y eso no es vivir con plenitud, menos la adolescencia que supone ser de las mejores etapas de la vida, tal vez sea una secuela de estar verdaderamente en el limbo entre la vida y la muerte, no sabre eso si no descubro como terminar con mis episodios que apenas me doy cuenta que tengo, ahora comprendo el afán de mis amigos, pero, ¿cuánto tiempo he estado así como para alertar a mis amigos y familia? Tengo mucho más que pensar.