No fue real (Capitulo 3)

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Es lunes. Son las 5 de la mañana, en una hora tengo que prepararme para ir a la preparatoria, no he dormido en toda la noche y tampoco soy capaz de recordar si hice mis tareas o no. Cada vez me molesta más eso de pasar noches enteras en vela viendo series de televisión o hablando conmigo misma mientras pienso en todo lo que he hecho en mi vida, mis errores, la vez que el chico que me gustaba en la secundaria me rompió el corazón y aquellos a los que yo les he roto el corazón solo por mi indecisión. A decir verdad no recuerdo con claridad el momento exacto en el que me comenzó a pasar esto, ahora todos mis días son extraños e inciertos. Me levanto para darle la cara a un nuevo día, pero todos se sienten como un sueño, como si nada de lo que hiciera fuera real, y me digo a mi misma "has todo lo que desees, si es un sueño no tendrás porque avergonzarte de las cosas locas que has hecho, si es la realidad solo afronta las consecuencias y da la excusa de que eres joven y estas aprendiendo a vivir". Es una filosofía estúpida si lo pienso bien, de todos modos creo que la seguiré.


Entro a la escuela y busco con la mirada a Azeta, está sentada en una de las mesas que hay fuera de la cafetería para desayunar, charlar o discutir, esto último es lo que más le agrada hacer a Jade.

Azeta al verme me hace nuestra típica seña que usamos para saludarnos es similar a la que hacen los roqueros pero nosotras agregamos lo de alzar el dedo corazón, todo surgió porque Azeta se emociono de más en una fiesta y de lo ebria que estaba comenzó a rockear así, después de verla hacer eso los encargados nos sacaron (se toman muy en serio lo de respetar al rock) y dado que era una fiesta de roqueros de corazón pues tenemos prohibido volver a colarnos. Lo bueno es que tomé las fotos suficientes para burlarme de Azeta por el resto de su vida.


-Buenos días Azeta – digo conteniendo la risa al recordar aquella fiesta.


-Buenos días Brooke – dice mirándome mientras frunce el ceño.


-¿Qué clase nos toca a primera hora?


-Creo que... química, si nos toca química.


-Odio esa materia, ¿Dónde está Jade?


-Ya sabes dónde está, en las canchas viendo como practican los chicos del equipo de futbol americano, buscando una nueva víctima a la cual querer un rato y luego romperle el corazón.


-Ella es tan promiscua, a veces quisiera ser así, ella los hiere, pero ninguno puede hacerle lo mismo. Maldito encanto que se carga.

-El encanto no vale nada si no tienes corazón. Recuerda que hubo uno que si lo logró, por él ella es así ahora – dice Azeta con cierto dolor en la mirada.


-Tienes razón, hace tanto tiempo de eso Eros fue muy... - la campana que nos avisa que es hora de entrar al salón de clases me interrumpe.


Nos sentamos cerca de la ventana como siempre, llega Jade de sorpresa minutos antes de que el profesor le cierre la puerta en las narices, entra con ese aire de grandeza que siempre tiene y se sienta junto a nosotras.
El profesor Butterfield comienza a dar las indicaciones con su voz gruesa que derrite a todas en la clase, es una voz suave pero a la vez fuerte además tiene unos ojos color verde olivo muy bonitos, creo que es el primer profesor del que me enamoro pues es muy joven y hace muy poco que termino su profesión. No me concentro en nada de lo que dice, solo veo a través de la ventana y me pierdo mientras el sonido de su voz me arrulla, sin darme cuenta estoy en la playa a la que fui hace poco con mi familia me siento en la arena y disfruto de la vista, las olas golpeando la orilla, las gaviotas volando tan libres y bellas, el cielo con colores rosado y naranjas que indican la llegada del atardecer. De golpe todo se pone oscuro, veo una linda mariposa negra con formas peculiares en sus alas, hay alguien a mi lado y es joven, pocos años mayor que yo al parecer, me toma del cuello y empiezo a sentir como todo el aire de mis pulmones escapa y el solo me dice "Brooke, despierta"...


-Brooooke – dicen Jade y Azeta al unísono.


-¿Qué pasa? – digo un poco atontada y noto que hay lágrimas en mi cara, junto con un poco de saliva.


-Ya se terminó la clase, estabas balbuceando cosas inentendibles y parecía que estabas sufriendo – dice Azeta preocupada.


-Suerte que te cubrimos, hicimos por ti el trabajo que pidió el profesor Butterfield y le pedí a la puta de Sally que lo distrajera en lo que acababa la clase – dijo Jade mientras miraba con una mueca la saliva en mi cara.


-Gracias chicas, no sé qué haría sin ustedes, ¿dijiste que Sally ayudó, escuché bien? – dije aun un poco asustada por lo que pasó.


-Estarías muerta obviamente, pero dinos ¿Qué pasó, a donde fuiste?, y si ella ayudó– dijo Azeta.


-Prometo no hacer ninguna broma – dijo Jade con tono sincero.


-Mmm no lo sé, todo era perfecto y después alguien quería estrangularme.


-¿recuerdas cómo es? – que pregunta tan seria para ser Jade.


-La verdad es que no – digo decepcionada sabiendo que quedare como estúpida a los ojos de mis amigos, o de una al menos.


-Brooke, creo que sigues asustada por lo que pasó, no fue real – dice Azeta para tranquilizarme.


-Azeta tiene razón Brooke, además ¿Qué tanto de lo que has soñado es real? – dice Jade


-Si ustedes supieran.


-¿te ha pasado algo de lo que has soñado en la vida real? – pregunta Jade con evidente interés.


-La verdad chicas, ya no sé que no es real y que si lo es, todos los días cruzo sin darme cuenta la línea que hay entre los sueños y la realidad, cada día a cada minuto mi mente juega conmigo.


-Brooke...


-Ya, no le demos importancia y olviden lo que les dije solo tuve una mala noche, es todo – interrumpo a Jade.


-Varias malas noches... - dice Jade como un susurro y Azeta le echa una mirada.


-Está bien, pero luego tendrás que hablarnos de esto de nuevo Brooke, lo sabes, mientras hay que acelerar el paso porque se nos hace tarde para la clase de historia – dice Azeta.


-También odio esa clase, creo que podré dormir otra hora – digo en tono de broma para aligerar la situación.


-Sufran ustedes, yo iré a ver a los chicos – dice Jade mientras se desaparece de nuestras vistas.


-Como la odio, pasa con excelentes notas aun cuando no entra a casi ninguna clase – dice Azeta


-Sabes que es brillante, lo que a nosotras nos enseñan a los 16 seguro ella ya lo sabía a los 10.

-Tan inteligente y tan pura, ya sabes... sí que es interesante – dice irónica Azeta mientras nos adentramos al salón de historia.


-Nos complementa – digo convencida.

Cualquiera diría que después de un episodio así no se estaría tan tranquila y es así, ¿cómo es que me pude ir a otro sitio estando en mi salón de clases?, solo estoy agradecida de que Jade y Azeneth de verdad lo hayan dejado pasar porque estaría demasiado abrumada si ellas también lo están y me lo repitieran constantemente.

Entre sueños te améDonde viven las historias. Descúbrelo ahora