"Whisky sobre hielo, atardecer y viñas
has arruinado mi vida al no ser mío"
Mary Ann de Cambridge, una joven de familia exitosa estaba sola, viviendo en un simple apartamento buscando su lugar en el mundo.
Un sueño de ser pintora que parecía alejars...
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°✯ •✵ “Por primera vez no tengo la respuesta a lo que debería.... Y me aterra”
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Jamás pensó que se encontraría totalmente hipnotizado por una mujer pintora de cabello rubio pero allí estaba.
Mary Ann hablaba sin titubear frente a un montón de personas mientras mostraba una bella pintura de una rosa roja con espinas marchitas en su tallo, el simple sonido de voz viajaba entre el público y llegaba a sus oídos cómo un suave canto de sirena.
No tenía palabras para describirlo.
— Sherlock Holmes — lo nombró un hombre vestido de saco y boina con las manos en los bolsillos mientras se paraba a su lado — Creí que el descubrir quien asesinó a mi hermano le limitaría el tiempo pero está aquí, viendo la exposición de una pintura — añadió con reproche.
— Y yo creí que usted estaba lo bastante desvastado como para dejar su pintura un rato — se defendió verbalmente refiriendose a la pintura que estaba mostrando la chica francesa — Pero nos llevamos sorpresas.
— Sí, sorpresas — contestó dando un largo suspiro al mismo tiempo en que posaba su mirada en la rubia y en el detective aleatoriamente.
Los aplausos se hicieron presentes y Sherlock notó cómo la sonrisa de Mary se volvió más ancha de lo que ya era sólo que esta vez un poco más sincera.
Le gustaba tener el debido reconocimiento por su talento.
Igual que a él.
Mary dejó la pintura nuevamente colgada en la pared de color crema y se dirigió hacía su amado detective dando por terminada su presentación para dejar que el siguiente pase.
— Y... ¿Que tal? — interrogó con un gesto nervioso, movía excesivamente las manos.
Holmes abrió la boca para hablar pero la palabra le fue robada por el hombre a su lado.
— Magnifico señorita...
— Mary Ann de Cambridge — respondió la rubia sin borrar su sonrisa satisfecha y alegre.
