Anhelos de un alma atrapada

Cariño mío

Mis pies en el agua fría del río, tus ojos frente a los míos.
Toco tu piel con delicadez, no quiero que te vayas a romper.
¿Cómo tanto daño, a ese corazón tan sano?.
Tranquilo mi niño no llores, yo no sere esos errores.

Dos almas rotas que culminan, todas aquellas heridas.
Que con sus alas ya heridas, se protegen con toda la vida.
Que ganas de tomarte y a lo que desconoces llevarte.
Que ganas de enseñarte, lo bello que es este arte.

¿De que arte me hablas?, haz de preguntar.
De aquello que hacemos bajo la noche al danzar.
¿Me amas enserio?, he de cuestionar.
Me besas mi frente, y todo mal ha de pasar.

Me das un anillo, ¿nos vamos a casar?.
No seas ridícula, eso en unos años más.
Esto es una promesa, que se perderá si se quiebra.
Quédate a mi lado toda la vida, y seamos uno mañana.

Llora conmigo si es necesario, pero no me dejes de lado.
Cuéntame que te pasa, incluso si eso me daña.
No somos uno sin el otro, por eso hemos de cuidarnos nosotros.
Incluso si me muero, te seguiré visitando
desde el cielo, o el infierno
me verás a tu lado, tomándote la mano.