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— Pa... pá¿que es...tá pasando —dije templando de miedo.
— Escúchame.
Sintiendo las manos de mi papá sobres mis hombros, se arrodilla ante mi.
— Han, algo pasó, algo muy malo, no nos queda mucho tiempo, tenemos que irnos.
Me estremezco debido a un fuerte estruendo que proviene de la planta baja, se escuchan pasos, muchos pasos acelerado, cosas rompiéndose, ¿ Esos son disparos ? , no estoy delirando.
No sé que demonios estará pasando ahí abajo, no se escucha agradable.
Siento unas manos sacudiendome las manos, sacándome del trance.
— ¡ Han Jisung !, esto no es un juego, un auto te está esperando con tus hermanos, alguien los llevará a otro lugar mientras resorbemos esté problema aquí, ahí encontrarás una mochila con todo lo necesario, no puedes usar tus tarjeta de crédito, las cancele , nadie puede saber a dónde van.
Segundo después nos encontrábamos caminando por un pequeño pasillo que nos dirigía afuera de la casa, es una ventaja tener una casa tan grande y tener múltiples de pasillos secretos.
— ¿ Papá por qué no subes ? — ¿ Y mamá ?
— Los alcanzaré más tarde — dice mi padre mientras golpea la parte de atrás de auto para que acelere.
— PAPÁÁÁ, NOS NOS DEJE , PAPÁ, POR FAVOR.
Grite tan fuerte que mi garganta ardía, viendo a mi padre a lo lejos mientras el auto se distanciaba más y más.
Sin saber que al montarme en ese auto mi vida nunca iba hacer la misma.
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