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— Segunda mesa, —dice unos de los chefs entregándome una bandeja con los platillos.
Tomé la bandeja entre mis manos y me dirijo a la mesa que corresponde la comida.
—Sopa de algas acompañada de carne de res y arroz frito, — informé colocándo los platos sobre la mesa.
—Que lo disfruten,— dije por último haciendo una reverencia y retirandome de la mesa.
Escaneé el restaurante para darme cuenta de que se ha quedado vacío a excepción de un pequeño grupo de personas en unas de las tantas mesas de restaurante.
Que raro, hace un minutos esto estaba lleno.
—Dis-ss...cuelpe me..sero.—la persona que acaba de llamarme es la misma que acabada de atender.
— Pue..do pa-a.gar la cuenta?
¿Porque esta tartamudeando?
—¿HE?, sí, sí por supuesto, — estoy un poco confundido porque su plato está intacto.
— ¿Aceptan tarjetas?— dice apresuradamente.
—Sí, sígame por acá, — la llevo hacía el cajero para que pague la comida, "que no comió", la verdad se nota que tiene mucha brisa, si mis ojos no me fallan parece que está temblando.
¿Y a esta que le pasa?
De repente siento una fuerza inminente que me hala el brazo, y me lleva arrastra hacia la cocina, escaneo la causa de esto y me desasgo del agarre de taeyang.
Taeyang es uno de los primeros amigos que hice cuando llegué por primera vez a corea, de hecho él fue la causa por la cual estoy trabajando aquí, insistio tanto al jefe para que me diera este trabajo, lo cual accedió por qué necesitaban más personal.
—Taeyang casi me desgarras una extremidad,— dije mientras me masajeava mi brazo adolorido.
—! Hyung !, ¿ya lo viste?, —menciona algo emocionado.
—¿Ver a quién?
Digo un tanto confundido.
—¿Cómo que a quién?, a los hermanos ishida,—dice como si fuera obvio.
—¿Quiénes diablo son los hermanos ishida?
— Shh baja la voz, si no quieres aparecer mañana en las noticias.
¿Por qué aparecería yo en las noticias?
—¿Son delincuentes, asesinos seriales o que mierda?
—Los hermanos ishida, son las personas más poderosas que hay en corea, Japón, China y en todo los lugares que te puedas imaginar, son unos magnates en los negocios.
— Muchos los admiran, muchos le tienen miedo, y nadie se atreve a querer intervenir en su camino.
—Tienen diferentes empresas en todos lados, se dice que tienen una fortuna inimaginable, son dueños de ropa de marcas, autos lujosos, clubes nocturnos, no es de esperar que tenga hasta a la policía rendidos a sus pies.
