Capitulo dos

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En alguna parte de Londres, en el año 1887 había una fiesta medianamente lujosa para celebrar el cumpleaños de la hija de los dueños de la casa donde todo estaba bellamente decorado, el salón, con grandes ventanales dejaba ver como el sol empezaba a ocultarse y con ello pintando el cielo de hermoso color carmín, aperitivos de todo tipo en las mesas y meseros que te entregaban bebidas ya sean alcohólicas o sin alcohol; música agradable por la banda qué se encontraba allí y personas finas con sus ropajes elegantes que parecían divertirse, todos excepto una joven

Todos bailaban, comían y bebían excepto ella que solo se dedicaba a observar desde su asiento ¿la razón? No le gustan las fiestas y de hecho no fuese ido de no ser por la persuasión por parte de sus padres, que hambrienta de estatus social, la arrastraron a aquella situación

Empezaba a aburrirse y no veía la hora de ha irse a casa, dirigirse a sus aposentos y descansar, pero, la fiesta apenas iniciaba

Decidió por levantarse y al menos comer un poco de los aperitivos, pero parece que la suerte no estaba de su lado aquel día ya que, apenas dio unos cuantos pasos lejos de su silla un joven- para nada agraciado ni educado- la arrastro a la pista de baile

Puede describir esa pieza de baile con una palabra: Desastrosa

Porque, antes que nada, ella fue prácticamente obligada a bailar, pero claro que eso no fue lo peor, no no... ¡El joven no sabía moverse! Parecía tener dos pies izquierdos y, Oh Dios mío, ella se llevaba sus pisadas y el las de ella resultado de su poco aprendizaje de baile

¡Completamente humillante!

Cuando por fin pudo librar su agarre en un giro, intento escapar pero chocó con alguien

Dioses ¿que he hecho yo para que este día sea un desastre? -pensó angustiada la dama

-Señorita ¿me haría el honor de concederme esta pieza?- aparentemente, el hombre con el que había chocado quedó encantado con su belleza y la había estado observando todo este tiempo, incluyendo el momento donde aquel joven la había arrastrado a la pista y, deseo corregir el mal bailar de la mujer.

En sus adentros pensó, que una dama como ella merecía moverse con más delicadeza

La muchacha vio al caballero que tenía en una mano un vaso y la otra mano se le era tendida pero ¿quien era?

-¿Disculpe?

-Haré magia solo para ti- dijo, creando ilusión al corregir su baile de pasos torpes

La joven a la primera no comprendió a lo que se refería, luego analizo y concluyó que había visto su horroroso baile y quería ayudarla

Sonrío, asintió y luego inclino su cabeza a un lado viendo con curiosidad el vaso que sostenía

El hombre iba a hablar pero ella se adelanto- el nombre de eso es Hidromiel- más que una pregunta era una afirmación, afirmación que fue acompañada de una sonrisa

El hombre también sonrío y asintió, dejó el vaso a un lado y agarro la mano de la chica para dirigirla al escenario donde bailarían

Se escucho una melodía suave, un canto alegre y ambos jóvenes entrelazaron sus dedos empezando a moverse de una manera única y especial a pesar de ser simples desconocidos; por un momento, el joven quiso decir "juguemos con mis sueños y los tuyos" refiriéndose a querer pasar su vida al lado de ella. Todo era precioso en esa burbuja que juntos crearon, era su propia ciudad y todos se habían ido de ella

Dos extraños en la multitud
Se cruzaron en medio de la pista
Dando lugar a un bermoso baile

Giraron naturalmente y la chica río, empezaba a tropezarse menos, se acercó al rostro del hombre que la acompañaba en aquella pieza y le dijo suavemente:- Un hechizo te lanzaré- se alejo riendo y siguió bailando normalmente mientras el solo podía pensar:

Esta fascinación es por la Hidromiel

Quería creer eso, pero quella joven estaba volviéndolo loco y no se contuvo, no pudo, poso sus labios sobre los de ella sintiéndolos suaves y dulces, era el mejor beso que alguna vez haya dado sin importar que solo fue un roce de labios bastante efímero, de todos modos, sintió corriente en todo su cuerpo

La chica, se sintió igual

El canto alegre se seguía proyectando pero para ellos solo era un eco, un fondo tras bella escena

-Juguemos con el amor de ambos- le susurro a la dama, quien con ojos brillantes afirmó con la cabeza

Y la luna, estaba bastante alta alumbrandolos a través del cristal del ventanal cual lucero. Todo era irrelevante, todos los presentes los cuales se quedaron admirando aquel baile eran irrelevantes, solo eran dos jóvenes, dos jóvenes bailando mientras ella tropezaba

Dieron un giro y volvieron a entrelazar sus dedos coordinandose bellamente, de fondo cantando una alegre canción

Esta vez el se atrevió a decirlo:- Juguemos con mi sueños y los tuyos- estaba seguro, quería a esa mujer hasta que la vida misma ya no existiera

La chica poso sus labios sobre los suyos, seguía siendo una caricia que ambos disfrutaron y al separarse ella musito: -El amor juega con nosotros.

Y sabían que nada de malo había en eso.

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Espero que les haya gustado, nos vemos a la próxima, se despide

V.

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