Luego de una exasperante junta, el de cabellos largos había sido dirigido a la habitación en la que se hospedería, cosa que encontró innecesario la idea de él era poner fin al Ragnarok y volver a su tierra para disfrutar de las fiestas patrias y comer.
—Ah~ ya puedo saborear las empanadas de pino y la chicha con helado.
—Vaya, ese gemido si que fue caliente~.
Su cabeza giró tan rápido que su cuello tronó preocupando al desconocido. Era un hombre de escasa ropa y una lengua realmente larga, su aura no daba ni un poco de confianza. Ya sabía que debía de quedarse en su habitación y no salir a explorar.
—¿Que deseas? Súcubo.
—Nada, nada,...sólo tenía curiosidad sobre el sabor de aquel que desafío a Zeus~.
Retrocediendo de su asqueroso toque, Pillán limpió con brusquedad su mejilla haciendo lo posible para quitar la viscosa saliva del ser.
—Fuera de aquí.
Se encontraba en un dilema, temía que si lo asesinaba causaría problemas a sus hermanos y hermanas, pero si no lo hacia no sabía de lo que era capaz aquel lujurioso ser.
—...Juicio.
De pronto una gran bola roja aplastó al demonio frente suyo, la sangre salpicó tiñendo las paredes, el suelo y su ropa. Miro con asombro como el objeto no era más que una especie de armadura que dentro de ella se encontraba un pequeño niño, detrás de el se encontraban un grupo de personas.
'¿Esto es lo que los japoneses llaman Daruma?'
—¿No estás herido muchacho?
No pudo evitar que su corazón latiera un poco más rápido al ver y escuchar al hombre, su voz era atractiva y ni que hablar de su apariencia, no parecía alguien malo. Bishamonten veía con curiosidad como las orejas de aquel atractivo muchacho se tornaban de un rosa claro, inconcientemente sonrió ante el pensamiento de que el fuese la causa.
'¿Que estás pensando Pillán? Estas en una misión'
—¿Ah? Ah, no, gracias...
—No debes temer, pequeño. Somos los Dioses de la fortuna, un gusto conocer por fin a uno de los Dioses del continente americano.
Hablo un anciano Fu Lu Shou, le dio una cálida sonrisa que le hizo recordar a los abuelos de la laguna de Cahuil cuando narraban su juventud y lo que era en ese entonces Pichilemu. El que conociera sus tierras natales solo hizo que su emoción aumentará, no muchos, por no decir todos, sabían de su existencia.
—¿Conoces nuestras tierras?
—Si, las visite hace más de mil años, lo que más me gustó fue... ¿Como lo llaman ahora? ¿...Cavernas Río Camuy? Es impresionante y muy comodo para mirar, recuerdo que me perdí y la Diosa Tlaloc me guío hasta la salida.
—¡Oh! Ahora es un parque, el parque nacional cavernas del río Camuy. Muchos mortales pueden disfrutar de aquel maravilloso lugar, es un lugar turístico muy visitado de Puerto Rico, si tienen tiempo pueden ir, son bienvenidos.
—Eso sería fantástico, gracias muchacho.
—Bien,...nos vemos, cuídate y no te acerques a extraños.
Ebisu se despidió junto a los demás, Bishamonten antes de partir acarició la mejilla que fue "profanada" por el Súcubo, causando que la cara de Pillán se tornará de un rojo brillante, posteriormente fue dejado hecho un lío en aquel pasillo.
'...¡Deja de latir!'
Ordenó a gritos a su corazón que detuviera la emoción, lo que lo distrajo y no se percató de el par de ojos azules que miraban furiosamente el lugar donde se había ido el Dios castigador.
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Deidad Lejana [Shuumatsu no Valkyrie] [Yandere!]
FanfictionSiempre, desde los cimientos del fin de la Titanomaquia, eran apartados de los tratados, festividades e incluso de las reuniones sobre temas importantes, era como si no existieran, como si los hubiesen olvidado, lo dejaron pasar, se encerraron en su...