Capítulo 1

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He vivido en Indianapolis desde que tengo 5 años, mi nombre es Mia, vivo con mis padres usualmente no están en casa así que tengo todo lo que una chica de 17 años puede desear. Este es mi último año para después entrar a la universidad, a decir verdad creo que tengo buenas calificaciones para poder ser admitida en Harvard, pero siempre hay que tener el plan B.

Estaba en la cocina, eran casi las 8:00 a.m cuando escuché resonar el grito de mi mejor amiga Sophi — ¡Mia!, ¡¿Dónde estás?!— gritó ella entrando a la sala.

— Aquí, en la cocina— respondí, corrió hacia mí y me abrazó.

—Terminé con Andrew— dijó robandome la mitad de  mi pan con nutella. La mire con asombro.

Para que tengan un contexto Andrew era el tipico chico deportista, sumamente atractivo y rompecorazones, y mi amiga era la chica social y que hablaba con todos, era prácticamente un corazón de manzana a primera vista, pero nadie niega que ella tambien era una rompecorazones profecional. Pero que una chica terminara a Andrew era algo que jamás se había visto en la historia de nuestra generación.

 Digamos que debería sentir lastima por el chico pero ¡Dios! se lo merecía —¿Cómo paso esto?— pregunte todavía con gran asombro.

—En la fiesta de Shanon el sábado— respondió mi amiga con la tranquilidad más increible que se haya podido ver en cualquier ser humano.

Después de pasar toda la mañana hablando de como Andrew había llorado como un bebé, Sophi y yo decidimos pasar el día de compras e ir a cenar juntas.

De camino al centro comercial hablabamos sobre los proyectos de vacaciones que ninguna había hecho

—Tenemos que hacer los proyestos de física o tu y yo estaremos reprobadas— dije con una sonrisa burlona.

—¡Ohh Dios! hoy es un gran día vas a hecharlo a perder, deja de hablar sobre eso, tú y yo sabemos que los vamos a hacer pero hoy no ¿Ok?— replicó Sophi mientras conducía hacia el estacionamiento del centro comercial.

—Por cierto Mia¿Cómo han ido las cosas con Michael?— en ese momento senti como un pequeño trozo de hielo se quedó atrapado en mi garganta al escuchar ese nombre salir de la boca de mi amiga.

— ¡Dios! Mia ¿estás bien?— preguntó mi amiga mientras me daba pequeñas palmaditas en mi espalda para que pudiera respirar.

— Rotundamente mal, resultó ser un completo imbécil y dejamos de hablar hace dos semanas— respondí con la garganta un poco irritada.

 Michael era un ex casi algo, peor hablando conmigo un día que estaba muy borracho confesó que el tenía novia y la estaba engañando conmigo, y la desición más sabia que pude tomar por más que me gustara él fue alejarlo de mí.

Dos semanas después era hora de que regresaramos a la escuela, durante las primeras clases todo fue aburriodo (lo que normalmente sucede todos los días), no fue hasta la quinta clase que lo ví y en ese preciso momento mi vida jamás volvío a ser la misma.

—Alumnos, el es su nuevo compañero de clase. Su nombre es Noah, es de intercambio y estará aquí el resto del año, tratenlo lo mejor que puedan— dijó la señorita Lucy.

 Apenas habían pasado quince segundos desde que el había entrado al salón de clases y todas las chicas ya tenían puestos sus ojos en él.

 —Hola, soy Noah Peterson, vengo de California tengo 17 años y... creo que eso es todo lo que puedo decir sobre mí— 

El chico era demasiado atractivo tenía unos ojos color marrón hermoso, su cabello era lasio y estaba despeinado lo que le daba un toque especial, además era alto y con una sonrisa la cual podría decir que es la sonrisa más bella que yo haya visto en toda mi existensia en la tierra.

— Puedes sentarte junto a Mia— pronuncio la maestra lo cual me hizo salir de la burbuja en la que me encontraba en esos momentos y de un segundo a otro el chico ya estaba sentado junto a mí.

— Hola, mucho gusto soy Noah Peterson— me ofreció su mano con una sonrisa.

—  Mia Scott, es un placer— tome su mano para contestar el saludo 

Al final...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora