Después de esa clase todo el mundo estaba hablando del chico nuevo y , como era de esperarse tenia a todas las chicas volando a su alrededor. A la hora del almuerzo estaba sentada en la cafetería con Sophi cuando vi a aquel chico acercarse a mi mesa.
— ¿Está ocupado? —preguntó Noah.
— Claro que no — contestó Sophi — De hecho yo estaba por irme, te dejo amiga, por cierto soy Sophi la mejor amiga de Mia un placer conocerte — le estrecho la mano y se fue dejandome ahí con aquel chico de ojos hermosos.
— Y.... cuentame sobre tí Mia Scott— dijó para romper el silencio mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.
— Bien y ¿Qué te gustaría saber?— le contesté
— No lo sé tus pasatiempos, cosas sobre tí y sobre esta ciudad—replicó
—Bien, comencemos por la ciudad es algo tranquila, hay muchas cosas que hacer y lugares a donde ir, y a pesar de algunas cosas todo aquí es bello— El chico me miraba con mucha atención con cada palabra que pronunciaba y eso por alguna extraña razón hacia que mi corazón latiera más rápido. Sus hojos eran tan penetrantes que sentía como si pudieran ver mi alma desnuda.
De camino a casa no dejaba de pensar en lo bien que se sentió hablar con aquel chico, era como si fuera algo que saliera tan natural.
— Mamá estoy en casa— grité, pero olvidé que ese día mi madre tendría doble turno así que me tocaba cocinar, cuanto odiaba eso.
Eran casi las 10 p.m cuando escuche la voz de mi madre en la puerta de la avitación —Cariño, hola mi amor— susurró ella mientras abria la puerta. Sentí su suave mano rozando mi mejilla para después dejar un suave y cálido beso en mi frente y salir de mi habitación.
A decir verdad mi vida no era gran cosa, debido a que normalmente estaba sola no esperaba que nadie tocara mi mejilla para secar mis lágrimas o me preguntará que tal había estado mi día, simplemente era yo y solo me tenía a mi misma.
Al final de la segunda lección me tope con aquellos ojos tan profundos, que en el momento en el que se cruzaron con los míos no supe como reaccionar, hasta que él se acerco y me saludó, ya que era mucho más alto que yo tenía que mirar hacía arriba para poder encontrarme con sus ojos.
— Hola Mia— su ronca voz sonó.
— Hola Noah— respondí con entusiasmo.
— ¿Qué clase tienes en estos momentos?
— Geometría— respondí con tono de queja.
—Que coincidensia voy directo hacía allá—dijó con esa sonrisa pintada en su rostro.
—Vamos entonces, aunque debo admitir que lo más probable es que me quede dormida— reí
— No te preocupes estaré ahí para despertarte, novata— dijó mientras soltaba una pequeña risita.
Tal y como lo había predicho habían pasado cinco minutos y ya estaba dormida, cuando escuché una voz que me decía: ¨Levantate novata ya es hora de despertar¨.
Abrí los hojos lentamente cuando me di cuenta que él estaba con su cabeza recostada junto a la mía y me miraba con tanta atención, me quedé asi unos minutos pero me levante al escuchar su voz.
— Si no le entiendes a las matemáticas será mejor que no te duermas en esta clase, o se volverán más dificiles para tí.
No puede evitar sentir el calor subiendo hacia mis mejillas en el momento en que escuché su tan ronca voz pronunciando mi nombre, lo sabía estaba sonrrojandome, llevaban dos días de conocer a este chico y me empezaba a sonrrojar.
Más tarde de camino a casa con Sophi nos encontrabamos hablando de como ya había aparecido un nuevo ligue en sus chats, esta chica era increible literalmente se enamoraba de cualquier chico y al final no duraba más de un mes de relación, en conclusión mi amiga nunca duraba con nada serio.
— Y solo mirame con esos ojitos lindos, venga Mia canta conmigo es nuestra canción y no me niegues q no te la sabes— dijó Sophi mientras conducia.
—Vamo' a bailar doscientas canciones...— cante siguiendole el juego.
— Nadie me pone' como tu me pone'—
Bien no era fanatica de Bad Bunny pero mi mejor amiga si, así que por su culpa me sabía varias canciones. Al llegar a casa vi a mi madre en la cocina preparando la cena.
— Hola mamá, ¿Qué haces aquí?— pregunte mientras dejaba mi mochila.
— Hola cielo, nada preparo tu cena favorita: Lasagna de carne—me respondió acercandose para abrazarme.
Subí a mi habitación conganas de cerrarmis ojos y que mi patética vida terminara y yo ya no volviera a abrir los ojos, pero no importa cuanto lo deseara estaba segura de que eso nunca iba a pasar. Mientras reciba mi teléfono me encontre con un pequeño mensaje de un número desconocido el cual sabía claramente a quien pertenecia.
— Hola Stich, soy Noah—mire el mensaje un buen rato, como era posible que en un par de días este chico ya estuviera jujsndo con los apodos.
—Hola, ¿Se supone que entonces tu eres el doctor Jumba o el teniente Pleakey?— contesté.
—Venga tu sabes perfectamente que el apodo te queda ;)— ohh vamos un giño mire el mensaje pensando en un buen insulto.
—Si claro, lo que usted diga Doctor Jumba :D— conteste en un tono burlón.
— Oh venga, sabes que soy demasiado atractivo como para que me llames Jumba. ¿Qué te parece David? el si es atractivo como yo ;)—respondió.
—No gracias, David es más guapo que tu, a demás no te comparas con David — respondí.
Y así fue como paso, así conocí a Noah y de esta manera fue que se hizo tan importante, no solo por esta pequeña pelea, sino por que era muy satisfactorio tener a alguien con quien distraerte y escapar de tu asfixiante realidad con tan solo unas conversaciones y palabras que para muchos están vacias y sin sentido alguno se traducían en una frase: "Era como si al leer un libro ese personaje ficticio que tanto adoramos saliera y pudieras conversar con él".
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Al final...
RomanceEn un pequeño condado se supone que nada malo puede pasar, pero quien te asegura que no conoceras al amor de tu vida, o que pasaras el mejora año. Esta es la historia de todo lo que puede llegar a pasar con un pequeño accidente, con la más minima ac...