Capítulo 2

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Me despierto al sentir un peso sobre mi cintura. Abro los ojos con pesadez, y estiro los brazos. Reviso a mi lado al recordar que Alex estaba aquí. Conmigo.

Me quedé mirando como dormía por más tiempo del que me gustaría admitir. Se veía tan vulnerable y débil. Sus rubias y largas pestañas acarician sus pómulos. Sus labios se ven tan rosados que...

How could I ignore you, trust me I adore you—La música alerta mis tímpanos. Eso solo podía significar una cosa: Mamá había despertado.

—Alex, despierta.—Sacudo ligeramente el hombro de Alex, quien ha empezado a gruñir por lo bajo, a bostezar y a estirarse.

—¿Qué hora es? Es muy temprano, sigue durmiendo.—Me ignora, se acomoda y sigue durmiendo.

Será imbé...

Tranquila, conciencia, es muy temprano para insultarlo.

—Alex, mamá despertó.

—Genial, así tomamos desayuno todos juntos como la familia feliz que somos.—Su voz al despertar era mejor que escuchar cantar ángeles.

—Alex, por favor. En cualquier momento Ben vendrá a despertarme y no creo que quieras ser echado a patadas, ¿cierto?

—Okay, ya voy.

Se para lo más rápido que puede, se pone sus zapatillas, y se va por dónde mismo entró: la ventana.

Ay, Ares estaría tan orgulloso de ti, Alex.

Me puse mi pijama, ya que estaba con la ropa que había usado ayer, y me volví a acostar, sabiendo que, en cualquier momento, Ben vendría. A Ben le gustaba venir a molestarme cuando se despertaba, y cuando no lo hacía, era extraño. Ben era dos años menor que yo, pero aún así, nos entendíamos en ciertas cosas, que a veces, necesitaban un punto de vista de un hermano.

                                                                                                            ***

Finalmente, Ben sí vino a molestarme unos diez minutos después de que Alex se fuera. Después de que se fuera, empecé a revisar mis inactivas redes sociales para ver si había algo de lo cual valdría la pena enterarse, encontrándome con la misma respuesta de siempre: No.

Envíe un mensaje a mi mejor y única amiga: Brooklyn Anders.

demons daughter <3
Hey, ¿cómo estás?, ¿cómo van las vacaciones? Tengo mucho que contarte, llámame apenas puedas. Te amo.
Enviado 11:38 am

Conocía a Brooklyn desde la primaria, pero recién empezamos a hablar cuando teníamos once años. Desde entonces no nos habíamos separado por nada del mundo. Sabía cada secreto de mí, al igual que yo de ella. ¿Teníamos diferencias? Muchas. ¿Aprendíamos la una de la otra? Siempre que podíamos.

Decidí levantarme a comer algo para hacer que la tripa dejara de sonar, hasta que mi celular vibró:

Mike Hossler
Hey, hablemos, por favor, las cosas no pueden terminar así. Déjame que te lo explique, por favor. Juro que solo fue un malentendido.
Visto 11:41 am

Lo ignoré y fui a la cocina.

—Buenos días, pequeña dormilona.

—Buenos días, mami.— le hago un ademán con la cabeza, mientras ato mi alocado cabello en una cola de cabello.

A mi mamá no le gustaba que la besaran o abrazaran en la mañana. Decía que no le gustaba sentir el aliento u olor de las personas tan de cerca. Tampoco le gustaba que le hicieran preguntas como: ¿como dormiste? ¿Qué tal tu noche? Ni nada de eso, solo se limitaría a responder con un dormí acostada y con los ojos cerrados.

My Future And My PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora