Ya habían pasado unos días desde que todos llegaron a este nuevo mundo lleno de peligros, era muy lindo ver como todos se habían adaptado a sus equipos, también estaban los que decidieron estar solos y no compartir sus cosas con nadie.
En el Team Vacío Legal todo era bastante tranquilo, todos se llevaban excelente y se cuidaban entre sí, el mayor problema que estaban enfrentando eran las muertes que por las que pasó su preciado amigo Missa, si antes lo trataban como su hijo protegido, ahora lo trataban como si fuera la cosa más preciada del mundo, en especial Spreen que ni siquiera lo quería dejar salir de casa con la excusa de que es muy peligroso y él está mejor pescando en su hogar.
Quackity había logrado acostumbrarse a la presencia de los desconocidos que se habían convertido en su equipo, él sabía que con Rubius no habría problema, ya se conocían de antes y tenían una confianza muy fuerte entre los dos, el otro integrante con el que no fue difícil conectar fue Missa, el de máscara era increíblemente amable y gracioso, fue totalmente imposible no caer por su carisma y así muy rápidamente se habían convertido en muy buenos amigos.
El problema llega con sus otros dos compañeros, no hay que confundirse, ninguno de los dos eran malos o desagradables, si hay que decir la verdad era todo lo contrario, eran muy cuidadosos y protegían mucho tanto a Missa como al mismo Quackity, dejando de lado eso el verdadero problema era que es casi imposible lograr conversar apropiadamente con ellos. Empezando por Spreen el cual no podía estar quieto un segundo, Rubius siempre había dicho que el pato era un chico hiperactivo, pero luego de ver al oso de lentes se retractó de sus palabras y decidió que esa calificación quedaba mejor con Spreen, así que ahora Rubius llama al otro oso niño hiperactivo tryhard.
Luego estaba Shadoune, él era más tranquilo pero siempre se encuentra al lado de Spreen, lo sigue a todas las locuras que al otro se le puedan ocurrir, es cierto que entre todo eso Quackity pudo conversar con el francés, así el pato se había dado cuenta de lo tranquilo y amable que es el chico, pudo notar lo fácil que es hablar con él y lo increíble que puede llegar a ser, ahora podía comprender porque la gente que hablaba de él siempre decían que es un muy bueno en todo lo que hace, lo único que no llegaba a entender era el miedo que podía causar el solo mencionar su nombre y no sólo pasaba con el francés sino también con el argentino, el pato no lograba comprender muy bien el miedo que lograban causar esos dos en la gente, obviamente estaba consciente de que los dos eran los mejores del server.
Es por esa misma razón que se había sorprendido y preocupado muchísimo cuando se escucho el golpe de que alguien había perdido una vida.
Shadoune666 ha perdido 1 vida de 3.
En ese momento las alas del pato se habían abierto de la sorpresa, Missa que estaba con él también estaba sorprendido por la muerte de Shadoune pero aún más por el sonido que habían hecho las alas del híbrido, además del ligero viento que fue creado por las mismas.
–¡Missa tenemos que ir a buscarlo al spawn! Que tal si algún mob lo ataca al salir y pierde otra vida o si algún jugador que no le agrade vaya a buscarlo ahora que está indefenso y no se puede proteger o incluso-
–¡Quackity!
–¿¡Qué!?
Se podía notar el gran nerviosismo que cargaba el pato solo por sus alas, estas estaban muy inquietas haciendo que ciertas cosas alrededor cayeran de sus lugares e incluso lograban soplar el cabello de Missa haciendo que le entre en los ojos.
–Mira Quack lo primero que debes hacer es calmarte, estás creando un desastre en la casa por tus alas.
Solo en ese momento Quackity había notado que no estaba controlando el movimiento de sus alas, entonces tomó una respiración profunda e intento calmarse.
ESTÁS LEYENDO
Amor en el Vacío Legal (Shadouckity)
FanfictionQuackity despierta en un server extremo, nunca se imagino estar en un lugar como ese, tampoco se imagino que conocería tantas personas increíbles en ese lugar y mucho menos se esperaba enamorarse en un lugar tan peligroso, pero la verdad no se queja...