Pᴀʀᴛᴇ 2 🤍🕊️

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Ahora había un toque de humor, una alegría en esa voz y miró hacia arriba, una vez más entrecerrando los ojos contra la luz del día, protegiéndose los ojos con la mano.

"Vaya...! Lo siento... Espera.

Otro ligero movimiento y la silueta oscura que se elevaba sobre ella se movió ligeramente, de modo que el sol quedó detrás y su vista pudo encontrar algo de alivio. Todo se volvió más claro. Cada detalle se volvió nítido en su intensidad.

Michael sonrió.

"Aquí... ¿Mejor ahora?"

"Sí..." Ella bajó lentamente su mano, parpadeando de nuevo, finalmente enfocándose en él. Algo se movió en lo más profundo de su alma, en un lugar que creía perdido para siempre, y su voz sonó como un susurro. Nada más que una bocanada de aire cálido de lo que parecía una mañana hermosa, colorida y soleada. "Miguel..."

Michael se agachó, sus caras finalmente al mismo nivel. Apoyó los codos en las rodillas. Todavía estaba sonriendo. Era una sonrisa que llegó a sus ojos, iluminándolos. Era una sonrisa que brotaba de lo más profundo de él y resonaba en el exterior, ella lo notaba.

"Hola, niña... estoy tan contenta de verte". Hizo una pausa y sus ojos brillaron. "Tan, tan feliz".

Lisa sintió que algo le quemaba la garganta. Sabía que eran lágrimas, y sabía que no se debían a ningún dolor físico o emocional. De nuevo esa inmensa, intensa sensación de comodidad, de pertenencia a algún lugar. De no ahogarme más. De no luchar más. De finalmente llegar.

La abrumó.

¿Donde estaba ella? ¿Y por qué estaba él allí, con ella? ¿No se suponía que él estaba en otro lugar, aunque ella no podía recordar dónde exactamente? Se dio cuenta de que su razonamiento era agudo, pero muchos detalles y situaciones se superponían, creando confusión. Su claridad de mente estuvo acompañada por una serie interminable de momentos, lugares, caras, que llegaban en oleadas, desorientándola pero haciéndola sentir completa. Una parte de ella sentía como si no lo hubiera visto en mucho tiempo, pero en cierto modo sabía que nunca había dejado de estar en sus brazos.

Lejos.

Tan cerca.

Mirando a Michael, se dio cuenta de lo joven que parecía. Que tan fuerte. Que saludable Ella pensó que tenía más de cuarenta años la última vez que lo había visto, pero tal vez estaba equivocada. Tal vez todo había sido un sueño, y esta era la realidad. Independientemente, estaba hermoso, como siempre.

Sus mejillas estaban limpiamente afeitadas, y sus largas patillas enmarcaban su hermoso rostro anguloso a la perfección. No usaba su sombrero de fieltro, y su cabello oscuro estaba atado en una cola de caballo. Algunos rebeldes mechones de cabello se movían con la brisa. Ni siquiera tenía puestas sus gafas de sol. Con un par de pantalones negros y una simple camisa roja con botones, se veía perfectamente cómodo. A gusto. Parecía un hombre que ya no sentía la necesidad de esconderse.

Instintivamente, Lisa extendió la mano, queriendo tocar su rostro. Experimentar la sensación de la palma de su mano contra su mejilla. Pensar que haría toda la diferencia en el mundo, pero sabiendo bien cómo se sentía. Después de todo, lo había hecho innumerables veces. Ella sabía todo acerca de esa suavidad, ocultando la sensación áspera de su barba de la tarde.

Pero la luz le dijo que no era de tarde. Aún no. era de mañana El día apenas comenzaba, y tal vez por eso se veía recién afeitado.

Michael tomó su mano antes de que pudiera acariciar su mejilla, y el contacto se sintió nuevo y antiguo al mismo tiempo. Intensamente familiar, intensamente relajante. Sus dedos se movieron, acariciando la parte interna de su muñeca. Luego levantó su mano, besando su palma.

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Girasoles y Rosas 🌻🌹	>MJ & LMP<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora