UN CORAZÓN ROTO RECIBE UN REGALO EN NAVIDAD

102 10 2
                                    

Hola buenas noches a todos les traigo un one shot y aunque ya pasó navidad decidí subirla, además les deseo feliz año nuevo, atrasado, muy atrasado, esta historia se centrará mayormente en Conan, Kaito y los Nakamori que sin saberlo crearán una amistad que se volverá duradera.

También quiero pedirles disculpas por no actualizar el amor debe ser especial, pero mi musa de la imaginación no quiso ayudarme, ahora que tengo un descanso empezaré a escribirla, tengo un capítulo casi terminado, sin embargo, quiero por lo menos adelantarme para después subirla, lo que sí les aseguro que ya le falta poco para finalizar.

Perdón por las faltas de ortografía y gramática que pueda tener; dicho esto, los dejo con la lectura.

Disclaimer. Detective Conan y Magic Kaito no me pertenecen, la historia y algunos personajes son de mi autoría.

Navidad había llegado y con ello los regalos y cenas para convivir con la familia todos esperaban esa fecha con gran entusiasmo, incluyendo a un pequeño niño de lentes, desde que empezó a vivir con Ran le tomó gusto a la festividad, lo cual era inevitable, cuando era Shinichi se la pasa en la oscura biblioteca de su casa leyendo, ya que sus padres se la pasaban más en estados unidos, por lo que nunca lo festejaban, al principio cuando era más pequeño le insistía a su madre poner los adornos y si bien algunas veces lo hacían, la mayoría su madre iba a buscar a su padre porque se había escapado de los editores y eran estos quienes la buscaban para traerlo de vuelta, por lo que siempre lo dejaba al cuidado del profesor Agasa quién estaba más interesado en sus inventos para ganar un poco de dinero, fue así que poco a poco fue perdiendo el interés y a sus padres parecía alegrarles, ya que estaban más ocupados viviendo sus vidas.

Llegó a pensar en algún momento si él no había sido producto de un descuido y como ese pensamiento no dejaba de rondar por su cabeza, un día en que su madre fue a recogerlo preguntó. La cara de su madre fue de desconcierto y después puso su cara de una mujer risueña, contestándole que no fue un accidente y que lo querían mucho cuando se enteró de que estaba embarazada, para un niño de su edad que a pesar de creerse un adulto no entendía por qué entonces lo dejaban solo.

Nuevamente, formuló esa pregunta, esta vez no obteniendo una respuesta, solo una sonrisa por parte de su madre y ahí dejo el asunto.

Cuando entro a secundaria sus padres lo consideraron lo suficientemente maduro para dejarlo solo, y cada vez que sus padres intentaban darle un abrazo él los esquivaba, se había vuelto alguien que no toleraba los abrazos, por supuesto veía la cara de tristeza de sus progenitores, pero que podía hacer así creció.

Ya en la preparatoria era conocido como el mejor detective juvenil de Japón, su amiga y amor secreto Ran Mouri, siempre estaba ahí para recordarle lo engreído que se había vuelto según ella, aún recuerda el día que ella fue a su casa, el día de navidad para invitarlo. Por supuesto se negó alegando que para él era otro día más y no quería ser una molestia, sabía de antemano que su padre no lo toleraba.

No fue hasta que pasó lo de tropical Land que pudo ver la vida de otra manera, si no fuera por el profesor que le pidió a la chica que lo cuidara, no hubiera experimentado lo que era tener amigos y una navidad con una familia, se podría decir que estaba viviendo su segunda infancia. La que siempre quiso tener cuando tenía esa edad.

Y todo hubiera sido perfecto como el año anterior, de no ser porque se descuidó por una llamada que recibió, de parte de Hattori respecto a la búsqueda de la organización, y es que no se dio cuenta de que Ran había entrado a la habitación que compartía con su padre, ella solo le dijo que la cena estaba lista, con una tranquilidad que le daba miedo, no pudo decir nada, mientras del otro lado Hattori lo llamaba, había escuchado todo, en auto reflejo colgó.

UN CORAZÓN ROTO RECIBE UN REGALO EN NAVIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora