Capítulo 1: Rutinas

312 36 1
                                    

Kat: Hola a todos, acabo de terminar de ver los tres capítulos que hay hasta el momento de Buddie Daddies y me encantaron, aun no he podido ver el 4 capitulo, y no he podido dejar de darle vueltas a varias ideas para una historia sobre ellos así que aquí traigo el primer capítulo de esta nueva historia, sé que tengo otras historias por actualizar, pero realmente necesitaba escribir esta nueva idea y estoy muy emocionada.

Aquí les dejo las advertencias: Semi au, mención de violencia, posible lemon, enamoramiento lento entre Kazuki y Rei, se ubica después del capítulo 3

Sin más por el momento comencemos con el cap. de hoy

Buddie Daddies no me pertenece es propiedad de sus respectivos autores, la historia es de mi autoría

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Kazuki y Rei tenían una rutina no hablada pero establecida y aceptada por ambos luego de mucho tiempo viviendo juntos.

Kazuki sabía que por las mañanas podría encontrar a su compañero durmiendo en el sofá aun con el control de la consola en su mano luego de quien sabe cuántas horas jugando a cualquier jugo que hubiera llamado la atención del azabache el día anterior; en las ocasiones dónde no estaba ahí podría encontrarlo durmiendo en la bañera, cuando volviera de alguno de sus trabajos en solitario, encontraría a Rei jugando con el departamento hecho un desastre era algo que le molestaba pero al mismo tiempo lo esperaba.

Rei por su parte sabía que la presencia de su compañero significaba algunos regaños por no cuidarse, beber o fumar demasiado y no preocuparse por limpiar el apartamento; si hubiera recogido algún animal de la calle tendría que escuchar porque no era una buena idea todo debido al trabajo que realizaban, el rubio prepararía alguna de sus comidas caseras y refunfuñaría porque Rei no decía algún tipo de elogio o agradecimiento a pesar de que reconocía para sí que Kazuki era un buen cocinero aunque no pensaba admitirlo jamás en voz alta.

Era una rutina agradable hasta cierto punto, solo se veía interrumpida por los trabajos que debían realizar pero incluso con eso todo se mantenía en un raro equilibrio para ellos.

Pero toda su rutina tuvo un gran giro cuando Miri entro a sus vidas, incluso en ese momento Rei no acababa de comprender como todo había dado un giro de 180°.

- ¡Miri, Rei, el desayuno se va a enfriar! -Grito desde la cocina Kazuki haciendo que Rei diera un gruñido de molestia, no quería levantarse y no, no tenía nada que ver con la pequeña que dormía a su lado sujetando con su mano parte de su camisa mientras continuaba durmiendo apaciblemente, simplemente era demasiado temprano para levantarse.

- ¿Por qué sigues acostado Rei? Es hora de desayunar, deberías haber despertado a Miri si ya estabas despierto. -Dijo Kazuki entrando al fin a la habitación luego de ver que ni Miri ni Rei parecían querer levantarse.

-No queremos ir a la escuela. -Murmuro el peli negro ignorando el bufido del rubio que ahora trataba de despertar a la menor.

-Algún día tendrás que llevarla a la escuela. -Replico Kazuki sin pensar mucho en sus palabras, tampoco es que hubiera tenido mucho tiempo para ello pues Miri al fin estaba despierta y parecía tener mucha energía para empezar el día.

-¡Papá Rei es hora de desayunar!-Exclamo Miri brincando en la cama en un intento de que él mayor se levantara también.

-Si papá Rei es hora de desayunar. -Repitió el rubio riéndose al ver el ceño fruncido de su compañero.

-Cállate. -Respondió Rei levantándose al fin, tenía hambre y había dejado un juego a la mitad si quería terminarlo ese día tendría que empezar a jugar pronto.

De la familia que no pedimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora