"Oh, cállate, West", -le regañé, en broma. -"Sabes muy bien que odio las películas de terror".
A través de su risa, Jade dijo: -"Oh, lo sé. Pero tus reacciones valieron la pena". -Rodé los ojos. Todavía se estaba riendo a mi costado. Y sabía que no...
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Después de todo el fiasco de Karaoke Dokie, Beck y yo nos acercamos más y aprendimos a apreciarnos mucho más. Había considerado mis sentimientos, así que cada vez que una chica se sentía demasiado cómoda con él, les decía que estaba en una relación. E hice lo mismo cada vez que un chico coqueteaba demasiado conmigo. No podría estar más feliz.
"¿Cómo está tu berenjena?" -Le pregunté a Beck mientras giraba mi tenedor. Estábamos realizando una pequeña escena, fingiendo ser una pareja casada que tendía a pelearse por las cosas más pequeñas. Me hizo apreciar mucho más la relación que Beck y yo teníamos.
"Está bien. ¿Cómo están tus espaguetis?"
Tiré mi tenedor en un ataque de ira.- "Te odio." -Dios, esas palabras fueron veneno en mi boca. Pero tuve que abstenerme de romper el carácter.
"¿Por qué?"
"¡No voy a comer espaguetis! ¡Voy a comer espaguetis!"
"¿Cual es la diferencia?" -Beck levantó la voz.
Resoplé. -"El espagueti es un fideo muy delgado. ¡El espagueti es un fideo relativamente gordo! ¡Ya hemos hablado de esto!"
"¡Lobolvidé!"
Levantando mis manos con exasperación. Exclamé: -"Quiero decir, ¿por qué tomamos una clase de pasta juntos?".
Beck estaba listo para tomar represalias, señalándome con un dedo severo para enfatizar cuando Sikowitz declaró: -"Y listo".
"¿Terminamos?" -Beck preguntó, confundido.
Me desplomé en mi silla y respiré aliviada. -"Gracias a dios. Eso fue una tortura. Si alguna vez empiezo una discusión contigo por la pasta, tienes mi permiso para romper conmigo".
Beck se rió al igual que el resto de la clase. -"No",- intervino Sikowitz, sosteniendo un frasco de vidrio que parecía estar lleno de algún tipo de crema. -"Quise decir que esto está hecho".
"¿Qué es eso?" -Yo pregunté.
"Bueno, era un frasco lleno de crema, pero ahora que lo he agitado vigorosamente durante una hora, es mantequilla".
Mi confusión no se disipó. -"¿Haces tu propia mantequilla?"
"En efecto."
"¿Esta rica?" -Robbie preguntó.
"No lo sé. Me niego a comer lácteos", -explicó mientras tiraba el frasco lleno a la basura. Estaba tan confundido que mis cejas perfectamente separadas podrían clasificarse como una sola ceja.- "Zoey, Beck, tomen asiento".
Mientras Beck me seguía a nuestros asientos, me preguntó: -"Si no come lácteos, ¿por qué iba a-?"
"No tengo la menor idea, amor. Cada día entiendo menos a ese hombre."
Nos sentamos y Beck instintivamente colocó su brazo sobre mis hombros. -"Muy bien, durante los últimos minutos de clase, hablemos de la obra de teatro en un acto que estoy dirigiendo", -anunció Sikowitz mientras miraba alrededor de la habitación. Lo miramos expectantes, pero no pronunció una palabra más.
