0.2 I Just Hate You °Kookmin° Saga | I Just |

04

La tenacidad en la mirada de Jeon lo sorprendió un poco, a pesar de que Ira estaba esbozando una sonrisa mientras presentaba a Isaac Martin al equipo como el nuevo colaborador, Jeon no estaba exactamente alegre.

El hombre estaba extrañamente recto en su lugar, su mirada parecía seguir con cautela los movimientos de Isaac. La conversación grupal tomó más tiempo del que Jeon parecía tener paciencia, su jefe se movió fuera de la sala cuando los demás se reunieron alrededor de Martin. 

Una sonrisa tiró de la comisura de sus labios al ver al hombre abandonar la sala de juntas con pasos largos, tentativamente buscó la mirada de Ira hallando a la mujer con la vista en dirección hacia la puerta. 

Se arrepintió de haberlo hecho porque la mujer le dio una orden en silencio de seguirlo, Jimin evitó formar una mueca en el rostro en el momento en que atravesó la puerta en búsqueda de su jefe malhumorado. 

No tardó en hallarlo en la oficina, su vista fija en los documentos que sostenía entre sus manos y un surco formando parte de la piel de la frente.

Un gesto que le indicaba su malhumor común.

No, Jimin fijó su mirada en él. Era sutil, pero logró notar la tensión en el cuerpo de su jefe.

— ¿Qué quieres Park? — preguntó al sentirse observado — estoy ocupado.

Jimin evitó responder de una forma mordaz, trabó su vista en la expresión molesta de su jefe.

— Solo pasaba por aquí — mintió descaradamente.

Eso logró que Jeon sacara su vista de los papeles para toparse con la contraria, hubo un silencio largo e incómodo.

Jimin sostuvo la mirada, le dio el tiempo suficiente para detallar los rasgos particulares del hombre, la marca de la mandíbula que parecía acentuarse al mascar con más fuerza de la necesaria. Su cabello que a pesar de verse arreglado, mostraba indicios de hebras onduladas en las puntas.

Sus labios estaban ligeramente apretados entre si, su oscura mirada no reflejaba más que solo el brillo de la luz artificial de la oficina, sus pómulos blancos que eran interrumpidos con lo que parecía ser una cicatriz pequeña en el costado izquierdo.

— ¿Cuándo terminarás de estudiarme? — cuestionó molesto Jeon captando la atención de Jimin.

El mencionado no respondió, solo giró el rostro hacia un lado en modo de respuesta.

— No lo estaba haciendo — dijo en voz baja.

— Lo hacías — agregó Jeon regresando la mirada a los documentos — ya que terminaste de interrumpir, ve a trabajar Park.

Jimin frunció el ceño.

— El horario ha sido modificado el día de hoy por la llegada del jefe Isaac — le recordó.

— No es mi jefe — corrigió Jeon rápidamente tomando por sorpresa a Jimin, su rostro elevándose de nuevo para buscar su mirada fuera de los papeles.

— Está bien — dijo Jimin parpadeando confuso — pero si será el mío.

Jeon masticó a la nada con fuerza, el músculo de su mandíbula tirando visiblemente, pocos segundos después dejó los documentos sobre la mesa para arrastrar con su peso la silla hacia atrás.

Se puso de pie inclinando su torso hacia adelante, sus manos cayendo pesadas con las palmas abiertas sobre la superficie del escritorio de vidrio.

— Yo soy tu jefe — le recordó — incluso con la llegada de Isaac eso no va a cambiar, seguirás respondiendo a mis órdenes.

Oh, quería golpear a su jefe tan fuerte.

Aunque sea un poco.

Necesitaba desahogarse pronto.

— Seguro jefe — respondió con un tono amargo.

No había sentido en seguir en la oficina, con este pensamiento en mente se giró sobre sus talones con la intención de salir.

— Noté el sarcasmo Park, intenta no hacerte el gracioso la próxima vez.

Inhalando con fuerza el aludido empuñó sus manos, su sangre calentándose con la furia contenida. Una expresión realmente molesta formándose en su rostro al momento en que se giró con la clara intención de responder a su provocación.

— Con que aquí estabas — una tercera voz en la habitación los tomó desprevenidos a ambos.

Jimin giró rápidamente notando a Isaac de pie bajo el umbral de la puerta, una sonrisa amistosa tirando de la comisura de sus labios.

Una que se tensó al percatarse de la presencia de Jeon detrás del escritorio, la sonrisa decayó un poco, pero hizo un esfuerzo por mantenerla.

— Jeon — exclamó Isaac en modo de saludo.

— Isaac — respondió el contrario llevando la mirada hacia él.

Jimin se sintió incómodo con el silencio nuevo que se formó tras la llegada de Isaac a la oficina, desviando la mirada decidió que era mejor salir de la vista de esos dos.

Con un sutil movimiento Jimin trató de fugarse.

Un toque gentil en su brazo le impidió seguir caminando.

— Me gustaría tener una conversación contigo Jimin, si tienes algo de tiempo — dijo Isaac retirando su mirada de Jeon para llevarla al más bajo.

— Claro que sí, tengo algo de tiempo ahora — contestó evitando la mirada de su jefe que recayó en él.

Con un sonido bajo de su garganta Jeon los interrumpió.

— Recuerda el plazo que tienes para entregar tus trabajos Park — le recordó.

Jimin llevó su mirada hacia él, había una expresión extraña en su rostro, Jeon no estaba molesto con él. Había algo más allí que no logró descifrar en esos segundos antes de que la expresión cambiara a una que conocía a la perfección.

— Lo sé — fue su respuesta, un surco formándose en su frente.

— No le quitaré mucho tiempo a tu empleado , no te preocupes por eso — dijo Isaac con voz suave.

Su mirada cayendo sobre Jimin quien al girar el rostro se topó con esta.

Isaac le sonrió brevemente para salir de la oficina seguido de esto, Jimin se sintió tentado de revisar la expresión de su jefe ya que se le hizo divertido la forma en que Isaac lograba alterar la paciencia de Jeon.

Pero decidió no tentar a su suerte por lo que solo siguió a Isaac fuera de la oficina.

Juraría que escuchó un gruñido molesto proviniendo del interior de la oficina, sacudiendo la cabeza se encargó de seguir a Isaac quien se dirigió hacia el costado del pasillo contrario donde sería su oficina temporalmente.

A diferencia de la hostilidad de su jefe, Isaac desprendía un aura de amabilidad y compañerismo que jamás logró sentir por parte de Jeon.

Definitivamente se sentía agradecido de tener algo de paz.