El villano está siendo sospechosamente amable

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 10

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Desian abrió la boca y preguntó: "Déjame hacerte una pregunta".

Tuloji y el sirviente, que lo trataban como a una estatua, lo miraron.

Esos ojos estaban completamente vacíos y no contenían nada.

"No recuerdo... haber dicho que hablarás".

El rostro de Tuloji se congeló. ¿Puso algo malo en la droga que inventó? ¿Había algo mal con eso? ¿Que está mal?

La expresión de su rostro se relajó.

Lo mismo sucedió con el sirviente que no sabía que Desian se atrevería a hablar. Cerró los ojos con el rostro lleno de vergüenza que no puede ocultar.

"¿Por qué crees que la presencia de maná se ha ido?"

El sirviente simplemente cerró la boca. Era una persona ingenua, un hombre que creía profundamente en la superstición.

Habiendo creído verdaderamente en la 'maldición' lo hizo obsesionarse con el brazalete.

Hasta ahora, el cuerpo de Desian se había deformado continuamente y lleno de incomodidad, sin que el Duque lo supiera, debido a la continua infusión de drogas y magia negra de Tuloji en él...

Aunque sus emociones no cambiaron por completo, la magia negra creció y se enredó como una enredadera.

"Aunque no hay necesidad de esa pregunta".

Después de decir esas palabras, el brazalete que colgaba de su muñeca, como un tatuaje, se rompió en pedazos.

Poco después, se puede escuchar una fuerte explosión en el sótano y las llamas azules brotaban.

*¡Shooaa!*

Desian era indiferente al extraño estado en el que se encontraba el sirviente en el momento actual.

Tuloji aplaudió tres veces.
*pak pak pak*
Hubo un fuerte sonido de aplausos resonando en la sala subterránea.

"Eso es perfecto. Este era el futuro que quería”.

Desian se rió con cinismo: "No conoces el futuro cercano".

"¿Dijiste futuro cercano?"

El rostro de Tuloji se endureció un poco, su rostro aparentemente incapaz de comprender la situación.

La droga fue inyectada directamente en su núcleo de Mana.

Le había lanzado todo tipo de magia para que perdiera su libre albedrío y le había lavado el cerebro para que solo lo obedeciera.

La última medicina fue difícil de conseguir; ¡todo estaba casi hecho! Solo fue el último.

Se suponía que terminaría pronto.

Tuloji rebuscó apresuradamente en su bolsillo hasta que tocó la última botella de elixir.

Todo lo que tenía que hacer era inyectarle esto. La mano en su bolsillo tembló.

"¡No puedes matarme!"

Desian lo miró con una actitud relajada. No, más que relajado…

“Yo soy el Dios que te hizo de esta manera. Se supone que no debes matarme…”.

Desian solo lo miró fijamente, no hizo contacto ni lanzó ningún hechizo.

Todo el color desapareció rápidamente del rostro de Tuloji, y comenzó a dar vueltas en sus palabras.