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—Maldita sea, ¿porqué ahora? —se preguntó con irritación, tener una erección a media noche por lo usual era algo que tenía una muy fácil solución, pero no esta vez.

Quiso ignorarlo un buen rato, miró videos en su celular un momento pero su cabeza seguía caliente. ¿Qué tan malo sería hacerlo allí? Se quiso quitar la idea de la cabeza pero cuando lo pensaba, imágenes de Wooyoung y él se le aparecían. Miró a su costado, Wooyoung le daba la espalda, divisaba su silueta y le parecía encantadora.

No pudo soportarlo, empezó a masturbarse esperando acabar pronto, no quería despertar a Wooyoung por nada del mundo, alimentaba su mente de los escenarios más ardientes que tuvo con Wooyoung, los trajes encantadores con los que lo deleitó, los bailes que le hizo, sus coqueteos y demás, su mano tiraba con fuerza esperando a que fuese suficiente.

—¿Sannie? —Escuchó la voz del dueño de sus pecaminosos pensamientos.

—Yo, ammm, lo siento. —Se disculpo de inmediato al haber sido atrapado por la mirada extrañada de Wooyoung.

—Oh, yo, lo siento, solo escuche algo raro y por eso amm, mejor dormiré. —se apresuró Wooyoung dándole la espalda. San quiso ignorar lo sucedido, en verdad quiso dejarlo allí pero sus ojos atraparon de inmediato el trasero de Wooyoung, este se había destapado ligeramente y usaba unos shorts muy cortos para el frío que hacía.

Mordiendo su labio inferior se levantó. No, era imposible, debía estar imaginando cosas. Quiso retomar la compostura y acostarse nuevamente pero su mente le gritaba otras cosas, decidió tomar valor, de cualquier forma lo máximo que podía ganarse era un rechazo y volvería a su cama a tratar de solucionar el problema solo.

Con inseguridad se acercó a la cama de Wooyoung, su corazón latía fuertemente, con suavidad colocó una mano sobre la cadera de Wooyoung, este no dijo nada, pronto su mano se plantó con más seguridad y Wooyoung seguía sin decir nada.

Ya sin miedo se recostó atrás suyo tomandolo de las caderas. Nadie decía nada, su miembro estaba dolorosamente erecto y su corazón no parecía dar señales de calmarse. No sabía a qué atenerse, no sabía contra qué se enfrentaba pero todo lo que hizo por inercia fue levantarse en su codo y tomar a Wooyoung de la quijada, Wooyoung para su sorpresa se dejó llevar dócilmente.

Sus ojos se encontraron y la mirada de Wooyoung era una calmada, no lo pensó dos veces antes de tomar sus labios en una suave beso, Wooyoung se dejaba besar con facilidad.

Sus lenguas se enredaron, San acarició su cadera y Wooyoung le ofreció el trasero pegándoselo él mismo, San estaba por desnudarlo y hacerle el amor ardientemente, quería poder besarlo y tocarlo como desde hace semanas se moría por hacer.

—San... mghmm... —San empezó a besar por su cuello—, dios San, creo que sí debemos cambiar de habitaciones, esto... mgghmmm, esto no debe suceder... agmhm más... no San, no debí...

—Si debiste. —le susurró San en el oído antes de empezar a besar su cuello mientras su pelvis sentía lo redondo de su trasero.

—No... San... yo, es mi culpa, solo... debemos...

San de inmediato tomó sus labios en un apasionado beso, se subió encima suyo metiéndose entre las piernas de Wooyoung, sintió el duro miembro de Wooyoung.

—Dime... —Dijo moviendo la pelvis—, dime que me detenga, pídemelo Wooyoung —le gimió en el oído mientras debajo suyo Wooyoung soltaba suspiros tratando de reprimir sus gemidos—, pide que me detenga y juro que lo haré.

—San. —Gimió sintiendo que perdía la cordura, no, no controló para nada bien los gemidos que había estado escuchando de San, no pudo tragarse simplemente las ganas que tenía de poder disfrutar del buen sexo que solían tener.

Real [Segunda Temporada] Woosan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora