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—¿Cómo te encuentras, cariño? —la voz suave de Yeonjun lo hizo sentir muy bien.

—Bien, supongo, ¿cómo estás? Te extraño mucho. —le dijo con voz melosa.

—¿Cómo qué eso supones?, mi Woo debe estar bien, no puede solo suponer estarlo. —Le dijo serio.

—No lo sé, me siento confundido, San actúa extraño y empiezo a sentirme un poco —suspiró—, solo. —Terminó por decir.

Yeonjun sintió la rabia consumirlo había estado atento a todas las interacciones de estos y notaba que San había estado descuidandolo.

—Cariño, tengamos una cita. —le dijo con voz dulce.

—¿Cita?, pero...

—Es una cita de las que teníamos antes, iremos a comer y hablaremos de todo, es algo de amigos así que a San no tiene porqué importarle. —dijo con la voz más suave que pudo pues en el fondo sentía que San no tenía derecho de reclamar absolutamente nada.

—Bueno si es de esas entonces si quiero. —le dijo. Yeonjun sintió la voz nuevamente animada de Wooyoung.

—Ay Wooyoung si supieras lo mucho que me muero por darte tantas cosas.—le dijo con voz ilusionada.

—Tú siempre me das mucho cariño, Yeonjun. —le dijo con una sonrisa.

—Bueno cariño, debo cumplir con la agenda de aquí, por favor cuídate mucho.

Wooyoung sonrió, la llamada le subió el ánimo, se sentía tranquilo en su habitación, le había dicho a San que era mejor tener un poco de privacidad y San lo había entendido en cierta parte. Pese a ello Wooyoung moría por ir a la habitación de este para sentir su calor pero poco a poco caía en cuenta de lo dependiente que se había vuelto.

San últimamente no le prestaba atención y las entrañas le quemaban pero había aprendido a controlarse, no quería hacer nada impulsivo y solo empezaba a priorizarse a sí mismo.

Durmió unas horas antes de viajar para poder retornar a Corea, tras bañarse y alistarse los chicos lo esperaban abajo.

Se sentaron y conversaron con calma, todo se sentía muy tranquilo. Había estado cuidando su peso pues ya tenía un modelo a seguir, quería poder probar nuevos estilos e iniciar nuevamente como mejor persona y a su vez físicamente. San y Yeosang se hablaban incluso más de lo que él lo hacía con San pero pensándolo a fondo sabía que ese feo sentimiento que tenía pronto se iría.

Al llegar a Corea lo primero que hizo fue descansar, no quería pensar en absolutamente nada más que dormir. San se apareció cuando este ya se encontraba en medio sueño, se acostó a su lado para abrazarlo.

Wooyoung al despertar observó a San durmiendo pacíficamente, le dio un corto beso en los labios sintiendo que lo necesitaba, últimamente este no había estado actuando tan afectuoso como en el pasado.

—Te amo. —le susurró con algo de pena. San continuaba dormido.

Estaba por intentar dormirse nuevamente cuando vio una llamada, de inmediato se levantó para poder contestar un poco lejos.

—Cariño. —Susurró alegre al ver que era Yeonjun quien lo llamaba.

—Me enteré que llegaste y pues sé que es tarde pero creo que es mejor así, podemos salir y hacer muchas cosas, habrá menos gente.

Wooyoung se emocionó mucho pues el descanso le había caído muy bien y poder volver a ver a su mejor amigo lo ilusionaba.

—Está bien, me daré una ducha y saldré entonces. No sabes —dijo con algo de miedo—, no tienes idea de cuanto te extrañé.

Real [Segunda Temporada] Woosan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora