Luz de Luna (BL) | +21

Capítulo 5 | Rescate

No olviden dejar su voto ☆.

Lucas

El eco a lo lejos hace que abra los ojos poco a poco, una fuerte luz hace que me estremezca y me obligue a volverlos a cerrar.

—Ya despertó. —escucho como alguien habla.

Termino de abrir los ojos para adaptarme al cambio brusco de luz y pueda ver quien está ahí. Cuando los abro en su totalidad veo a un hombre. Al ver su rostro los recuerdos me invaden.

—Cuelga el puto celular y dámelo.

El miedo me inunda y provoca que me de un ligero mareo.

—¡Ey! —el hombre me grita tratando de hacer que lo mire.

Lo que siento después hace que todo mi cuerpo tiemble y suelte un pequeño grito de sorpresa. El tipo me acaba de vaciar un cubo lleno de agua helada.

Levanto mi cabeza y mis ojos se abren haciendo que me ponga alerta; el sujeto suelta una ligera risa de burla.

—¿Ahora si tengo tu atención?

Veo la habitación, sus paredes, techo y piso parecen hechos de agun tipo de metal muy resistente, pero también... esta llenas de algunas salpicaduras rojizas.

Sangre.

Ese pensamiento provoca que mi estomago se revuelva.

Hay una mesa de metal en una de las esquinas, sobre ella hay herramientas, unas muy puntiagudas, algunas tiene pinzas o picos.

Definitivamente no se tratan de herramientas que se usan en el hogar. Sobre el piso hay dos baldes, en uno supongo que estaba el agua que me vació y en el otro... no lo sé. Hay una puerta del mismo material que todo el lugar, está tiene una muy pequeña ventana y una gran barra que asegura que nadie entre ni salga.

—Déjame ir, te lo pido. —digo desesperado.

Trato de levantar mis manos pero algo me lo impide.

No, no, no.

Mis muñecas están sujetas por detrás de la silla, mis pies están en las mismas condiciones, pero atados a cada pata de ella.

El hombre sujeta mi cara con fuerza haciendo que lo vea.

—Sí no cooperas, esto se pondrá feo. —dice irritado. —Aunque te digo una cosita, de todos modos se pondrá feo.

Un frío me recorre de pies a cabeza.

—Quiero ir a casa. —mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas.

—Ohh, Tranquilo, solo déjame hacerte unas preguntitas y te puedes ir a casa. —su labio inferior sale y sus cejas se curvan formando una mueca "triste". —¿En donde está? —su rostro se transforma en una seriedad repentina e inquietante.

—No se de que hablas.

—Te lo voy a volver a preguntar. ¿En dónde está?

—Ya te dije que no se de qué hablas. —vuelvo a repetir.

—No doy terceras oportunidades. —el tipo se aleja y saca un pequeño control del bolsillo, presiona un botón y una trampilla corrediza se abre frente a mi, veo abajo y lo único que hay es agua por lo oscura que se ve debe de estar profundo. El hombre se acerca a una cubeta de metal y saca un pollo entero, lo arroja al agua; pasan dos segundos y algo dentro de aquella agua provoca un gran alboroto, trato de ver detalladamente y son...

Cocodrilos, muchos, muchos cocodrilos.

Volteo rápidamente a ver al tipo con los ojos tan abiertos que siento que saldrán de mis cuencas, el ve mi reacción con burla.