Las piernas de Eijirō temblaron al ver a su esposo llegar de un enfrentamiento con un villano que fue todo un éxito a su oficina donde lo estaba esperando. No hubo ninguna baja civil solo unos edificios dañados, pero su esposo todavía se veía irresistible como cuando salió de casa a la primera hora de la mañana o podría ser solo su libido hablando.
¿Sería demasiado pedir a su esposo que lo atendiera? O sería demasiado para Bakugō que se ha estado esforzando lidiando con un Eijirō quejumbroso doblado a la potencia infinita junto con su trabajo como héroe y todos los problemas que conllevaba ser fundador de su propia empresa de héroes.
─¿Todo bien?─hablo primero Kirishima al ver a su esposo tan ofuscado arrancando el antifaz que cubría parte de su rostro─¿Quieres hablar de ello?
─Deberias de estar en casa, no aquí ─un serio Bakugō le dio frente al pelirrojo quién alzó una ceja ante el tono plano y serio que uso.
─ No contestaste mi pregunta, Bakugō ─el nombrado suspiro dejando caer la cabeza hacia atrás mientras contaba hasta diez para intentar relajarse─¿Un mal día?─intento de nuevo.
─Nada fuera de lo común ─con el rostro menos tenso opto por acercarse al escritorio donde Eijirō estaba sentado─¿Cómo te encuentras tú? ¿Has comido?─sus brazos se envolvieron alrededor de Kirishima quién se acurrucó de inmediato en su pecho.
─Bien, fui a comer con Uraraka en la tarde después me encontré con Denki y me dejó comer dangos y un helado─Bakugō comprobó la hora, eran las siete de la noche, lo que significaba que su marido necesitaba comer de nuevo.
─Sabes que no debes comer azúcar tan tarde, no te dejará dormir ─Eijirō se rió porque por alguna extraña razón ingerir azúcar le dio energías para estar de un lado al otros sin poder quedarse quieto. Después de su embarazo muchas cosas cambiaron, con ello el uso de la azúcar en casa.
En realidad había comido cosas dulces porque quería tener un velada repleta de sexo candente con su esposo, porque algunas veces atrás después de su segundo orgasmo bien trabajado le era inevitable quedarse dormido. No podía seguir de esa manera o Katsuki tendría bolas azules por meses.
Bakugō no era tonto, podía ver el brillo travieso en los ojos de su esposo acurrucado en sus brazos. Entrecerró los ojos con una sonrisa ignorando el claro mensaje de las intenciones de Eijirō─caderas estrechas─lo llamo por su apodo em cuál había surgido a modo de algo cuando comenzó a quejarse que sus caderas estaban desapareciendo. Este lo miro con interés a la espera de irse a casa. Bakugō iba a jugar un poco─regresa a casa─solto sus brazos que envolvían a su esposo un tanto sorprendido por la respuesta inesperada.
─P-pero, ya es tarde, tu turno ya acabo ¿Cierto?─Katsuki decidió no tomar en cuenta el tono de desesperación en la voz de su esposo.
Con la sonrisa más calmada y desinteresada que pudo dar Bakugō se alejo hacia la silla detrás del escritorio ─ya ha terminado mi turno, corazón. Pero todavía tengo que redactar un reporte. Y verificar otras cosas.
La mente de Eijirō quedó en blanco y toda su excitación que anidaba en su vientre desapareció ante el desinterés en qué hablo Bakugō. Parpadeo confundido aún sintiendo el fantasma de los cálidos brazos de su esposo alrededor de su cuerpo; él quería ir a casa junto a su esposo y al menos poder acurrucarse en su cama o tomar un baño juntos.
─¿No podemos irnos simplemente?─estaba seguro que lo que estaba hablando era sus ganas de ser jodido por ese hombre. Jamás se creyó que estaría en ese tipo de situación; de todos modos no estaba pidiendo algo difícil. Y tampoco sería la primera vez que usarían la oficina como habitación.
─Si lo dejo para mañana solo se acumulará, sabes que odio que eso pase ─Eijirō hizo un puchero caminando directamente hacia Katsuki y tomando asiento en los muslos de su esposo. Sus manos envolvieron el cuello─Ei─dijo a modo de advertencia.
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¡Aquí no! BKKR
FanfictionBakugō enamorado de Kirishima en todos los sentidos y todas sus formas.