𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑 |
❛❛Un grupo de estudiantes se ven atrapados en medio de una epidemia mortal, desatada en su escuela. Deberán encontrar la forma de sobrevivir, pasando muchos obstáculos en el camino.
Entre ese grupo, se encuentran dos jóvenes enam...
Cuatro meses habían pasado desde que el grupo de estudiantes había sido salvado del terror epidémico en dónde habían perdido a muchos seres queridos, por no decir a todos.
Algunos permanecían juntos; Woo-jin, Dae-su, Ha-ri y Mi-jin. Aunque no era novedad que los dos estudiantes de segundo año se mantuvieran unidos.
Hyo-rung se juntaba de vez en cuando con ellos. No solía salir mucho de su tienda.
On-jo y Cheong-san se habían aislado del resto. A la chica le era muy difícil ver al resto. Temía recordar a los que ya no estaban. Por eso había tomado mucha distancia. Cheong-san hacía todo para complacerla, así que permaneció junto a ella.
Obviamente, la pareja favorita; Mi-suk y Su-hyeok hacían una vida de novios a pesar del panorama.
Jae-ik no se separa de la pareja ni un segundo. Tenía que cuidar que estos dos no se alborotarán con sus hormonas adolescentes.
Min-jae solía frecuentar a Ha-ri y compañía de vez en cuando, pues el milagro que se le presentó a Mi-suk, se le presentó a él también. Su familia estaba viva.
Cada vez se juntaban con Mi-suk, pues le había prometido estar juntos después de todo. Y eso volvía loco a Su-hyeok.
Era un celoso sin remedio.
Todos trataban de sobrellevarlo lo mejor posible. Ahora estaban protegidos, pero el dolor de perder a sus seres queridos no cesaba. Y quizá nunca lo haga.
Habían dos horas del día en dónde Mi-suk se olvidaba de todo y eso era cuando le tocaba cuidar al grupo de niños del campamento.
Los soldados no pasaron por alto los insultos del día que llegó al lugar. Así que como "castigo" la pusieron a distraer un rato a los niños del lugar con juegos didácticos o algo así. Pero lo único que había era una pelota de trapo.
—. Esto apesta... —murmuró cansada, viendo como ningún niño le hacía caso.
Su-hyeok, quién se ofreció a ayudarle en todo, se rió—. Creí que te gustaban los niños pequeños —.
—. Si, pero de lejos... —respondió obvia.
—. No es tan malo... —se encogió de hombros Su-hyeok con un bebé en brazos.
El pequeño parecía disfrutar estar en brazos de Su-hyeok, ya que no paraba de sonreír.
—. ¿No? —alzó una ceja, molesta—. ¿Sabes que sería genial? Enseñarles a usar el arco y flecha, pero no hay nada de eso —.
—. Podrías solicitar eso... Cómo un incentivo para los niños —le dió la idea, mientras le hacía muecas graciosas al bebé.
A Mi-suk le pareció buena idea, pero estaba distraída mirando la dulce escena frente a ella.
