Capítulo 1 "La apuesta que lo inició todo"

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Conrad

-¿Con que eso era yo, eh?, Era un conejito de Indias. Alguien en quien podías probar tus teorías- espeta Matthew McConaughey en la espantosa película que vemos mis amigos y yo en mi departamento.

-Y yo fui tan solo una chica que alguien eligió en un bar- refuta con profundo dolor y molestia sin motivo Kate Hudson.

Reacciona, linda, tú también jugaste con él.

A mi lado, Trenton acaricia suavemente el cabello de su chica, que está plácidamente recostada en su regazo. Si alguien es culpable de que estemos viendo un horrendo filme romántico en vez de uno de acción, esa es Phoebe Jones. Me centro una vez más en la peli porque sé que el final está muy próximo.

-Has hecho tu trabajo Andie- continúan las diatribas entre la parejilla de mentirosos.

-Sí, lo hice.

-Querías perder a un hombre en diez días. Felicitaciones. Lo hiciste. Acabas de perderlo.

- No, no lo perdí, Ben. Porque no puedes perder algo que nunca tuviste- bueno, he de concederle la razón a la rubia en esta ocasión.

Escucho un sonido muy familiar a mi lado y volteo para toparme con una escena demasiado inverosímil. Phoebe sorbe firmemente por la nariz, mientras se escurre las lágrimas con las yemas de sus dedos y suelta algún que otro hipido. Por favor, quién que no sufra de un trastorno depresivo o que afronte un momento post-ruptura lloraría en una escena como esa cuando es sabido de antemano que al final terminarán juntos los protagonistas.

Trenton acaricia ahora las piernas de su novia, no sé exactamente si busca consolarla o magrearla en frente de sus colegas. Mientras tanto, Caleb se ha quedado descaradamente dormido en mi sillón con una rebanada de pizza sobre su abdomen y lo que desde mi posición se vislumbra como una palomita de maíz  atorada entre sus molares, dato del cual no me hubiera enterado si no tuviera la boca abierta y no roncara como un tractor.
Sí, definitivamente las noches de cine los viernes en mi departamento no ha sido una de mis mejores ideas. A inicio de curso molaba porque solo éramos nosotros tres y no teníamos problemas para elegir una película de nuestro agrado; pero desde hace dos meses- tiempo que llevan saliendo Trenton y Phoebe- nos hemos tenido que jugar quién elige la peli, si chicos o chica, a cara o cruz. Lo peor del caso es que tiene una podrida suerte la morena, tanto así que en ocho semanas hemos visto Yo antes de ti, A dos metros de ti, Todos los días de mi vida, El diario de Noah y hoy Cómo perder a un chico en diez días. Vamos, si sabes Matemáticas, sabrás que fuimos derrotados en un cinco a tres que da pena.

¡Por fin la escena final! Ya para cuando Ben alcanza a Andie en el taxi, Phoebe está hecha un mar de lágrimas y la incauta mano de Trenton masajea ahora su muslo. A Caleb se le cae la pizza  al suelo cubriendo mi carísima alfombra de queso y pepperoni. No haber conseguido aún a alguien que me haga la limpieza me está empezando a pasar factura.

***

Para terminar la noche decidimos ir a un pub cercano a mi departamento. Se trataba de Maelstrom, uno de los clubes más populares de Nueva Jersey. Estaba muy concurrido como de costumbre, pues su cercanía al campus de la Universidad de Princeton-donde estudiábamos- garantizaba que fuera el destino de muchos estudiantes que querían pasar una noche relajada luego de una semana estresante.

Me encontraba ya en mi segundo año universitario y tenía muy claro que al concluir mi cuarto año y graduarme con honores ingresaría a la Facultad de Derecho, para cumplir mi sueño de ser abogado y trabajar en las empresas de mi familia. Era un adicto al estudio, y desde que tengo uso de razón había trazado un futuro brillante y prometedor del cual sentirme orgulloso hasta el día de mi muerte.

Conviviendo con la bruja (Dulce Complicación #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora