capítulo dos

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Ese día que me fui, lo hice siendo consciente de que sería difícil encontrar un lugar donde vivir

Y exactamente como lo pensé así fue, recuerdo que me encontraba hace dos días buscando empleo, y mí hogar temporal había sido el parque

Me sentaba en la banca de ese hermoso lugar hasta que me dormia

-Aún podía aguantar un día más sin comer -  Pensaba mientras sentía el sol pegar en mis ojos

Pensamiento que quedó sin resolver, ya que sentí una mano tocar mí hombro

Oh no, el señor del parque volvió

Abrí mis ojos dispuesta a dar debate, pero me sorprendo al ver al chico lindo frente a mí

-hola - murmuró él con una sonrisa

-hola - respondí con interés, este chico me pareció una excelente persona desde que lo conocí

Hubo un pequeño silencio, donde ambos fijamos nuestra vista al frente y nos quedamos observando el amanecer por unos largos segundos

-¿como te llamas?- interrumpió haciendo que lo mire - no te lo pude preguntar la última vez

-T/n - murmuré con un poco de felicidad mientras bajaba la mirada - ¿y el tuyo?

-Ryan - me miró a los ojos por un largo tiempo

-¿tengo algo en la cara? - fruncí mí ceño y señale mí cara

-¿por qué dormías en la banca t/n? - soltó

No dejaré que mí amistad con este chico sea gracias a la pena que sienta por mí, no quiero creer que todas las cosas que me dijo Matt sean verdad

-yo solo descansaba - tomé un pequeño descanso para seguir, pues mí imaginación no trabaja tan rápido - venía de correr

Me analizo y miró incrédulo - ¿con jeans?

Supongo que no fue lo más conveniente haber dicho eso, ahora no creerá nada

-si, es que, me gusta hacer las cosas más difíciles, para ponerme mí día a día más desafiantes - volví a mentir

-bien, supongo que ya irás para tu casa ¿No? - cruzó los brazos - te acompaño

Piensa t/n, piensa

-no, tengo que... -

-no fue pregunta, no deberías estar sola tan temprano - abrí la boca para hablar - sin excusas por favor - me interrumpió nuevamente - si quieres puedo invitarte un café antes

La verdad es que soy una persona con dignidad la mayoría del tiempo

Pero, está vez se trata de comida y como yo no he comido desde hace bastante tiempo, creo que puedo aceptar

-por mí esta bien - levanté y baje mis hombros

-entonces vamos - me sonrió y puso su mano frente a mí para que la tomara

Y fue justo lo que hice

Sin darme cuenta en todo el camino al lugar donde tomaríamos café estábamos tomados de las manos

Cómo si tuviéramos confianza de muchos años, como si fuéramos enamorados

Aunque se me hizo tierno en ese momento, pero al llegar al lugar soltamos nuestras manos para entrar y sentarnos en una mesa

Del café nos lo pasamos haciendo cosas torpes que nos hacían reír, cosas que supongo lo hicieron olvidar de las dudas que antes tenía para decirle que podía irme a casa sola y que podía pagar mí propia comida, tuve suerte, ya que el lavaplatos no había podido presentarse ese día en el café y tuve ese trabajo por un día para poder pagar lo que había consumido

Y todo eso fue bueno, al menos hasta el día en el que descubrió que le había mentido y que vivía en la calle

Cosa que me sorprendió, ya que en ningún momento lo vi mirarme con lástima, es más, me miraba de una manera diferente, por más que le haya dicho esa pequeña mentira

Lo positivo es que había conseguido un empleo en el cual no me pagaban mucho y no me alcanzaría ni para el departamento más pequeño y sucio pero era lo suficientemente para saciar mí hambre en alguna pequeña tienda

DobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora