𝐈𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨 #1

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Esta historia esta dedicada al género
masculino. Osea male reader

El libro y/o saga de películas Harry Potter no me pertenece ni sus personajes.

Soy nuevo escribiendo Fanfics asi qué... Porfavor no ser un lector fantasma ni dejar comentarios negativos, en vez dejar comentarios constructivos.

Con esto dicho, disfruten la lectura.

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Desperté y sentí a Dora, mi gata, recostada a mi lado. Su calidez era reconfortante, como si estuviera intentando convencerme de quedarme en la cama. A través de las cortinas, el sol iluminaba la habitación con una luz tibia, casi molesta. Extendí la mano hacia el celular, rezando en silencio para que fuera temprano, pero obviamente no lo era.

Las 2 de la tarde.

Otra vez tarde —murmuré con resignación, pero sin remordimiento. Sé que acostarme tan tarde es un mal hábito, lo sé. Pero aún estoy de vacaciones. Puedo aprovechar un poco más antes de que empiecen las clases, ¿no?

—¡Maaaa! —grité desde la cama. Hubo un silencio breve, seguido por el sonido de pasos acercándose.

Mi mamá apareció en la puerta con una sonrisa cálida.

—Buen día, mi amor. —Se sentó a mi lado, y como era costumbre, extendí los brazos hacia ella como si todavía tuviera cinco años. Me abrazó, y por un rato estuvimos así, en silencio, hasta que me dio un beso en la mejilla.

—¿Te preparo el desayuno?

—Dale, má. Gracias. Te quiero muuucho —respondí, exagerando el tono cariñoso.

Ella rió, acariciándome la cabeza con ternura.

—Yo también te quiero mucho, ___, pero anda levantándote, vago.

—Ahora voy... ¿Viste cómo Dora se acostó a mi lado?

Mi mamá le dio unas caricias rápidas a la gata antes de levantarse.

—Sí, la vi. Es un amor. Bueno, anda poniéndote de pie, que si sigues hablándome, no vas a salir de la cama nunca más.

Y con eso, se fue directo a la cocina.

[Narrador en tercera persona]

La madre de ___ era paciente con él, aunque a veces pensaba que su hijo tenía alma de flojo. Sin embargo, sabía que esa apariencia era engañosa. ___ tenía un lado productivo que brillaba cuando se dedicaba a sus pasatiempos: las manualidades, sus proyectos creativos... incluso estudiaba cuando lograba concentrarse, aunque eso no pasaba muy seguido.

Después de un rato, escuchó desde la sala la voz de su madre llamándolo para desayunar. Con los ojos aún pesados por el sueño, se puso las bermudas que había dejado tiradas en la cama la noche anterior y fue a sentarse a la mesa.

¿Y soñaste algo hoy? —me preguntó mi mamá mientras me pasaba un vaso de jugo.

Asentí con la cabeza.

—Soñé que estaba en una escuela y una compañera me pidió ayuda porque no encontraba su carpeta. Y cuando la estaba buscando, ¡me doy cuenta de que la tenía un payaso!

Mi mamá levantó una ceja, intrigada.

—¿Un payaso?

—Sí, pero no cualquier payaso. —Bajé la voz y fingí un tono más grave, intentando sonar como si estuviera en una película de terror—: “¿Me das la carpeta de mi compañera, por favor?”.

Cambié al tono normal para seguir contando.

—Y no me decía nada, así que me fui. Pero me siguió por toda la escuela, re loco. Y de repente aparece un pibe rubio, todo fachero, y me roba la carpeta. Pero no termina ahí: agarra una escoba y se va volando, así, como si nada.

Mi mamá me miró con una mezcla de sorpresa y diversión.

—Qué sueño más raro… payasos y chicos volando con escobas.

Noté que tragaba fuerte, como si algo en mi relato le hubiera incomodado. No dijo nada más, pero su expresión era distinta.

[Narrador en tercera persona]

___ solía tener sueños extravagantes todas las noches. Desde aventuras con pokemones hasta gatos que usaban bates de béisbol. Su madre estaba acostumbrada a escuchar sus relatos, aunque no siempre le parecían simples fantasías.

Ese sueño, en particular, removió algo dentro de ella.

—La magia… no quiero que él se acerque a eso —pensó mientras lavaba los platos después del desayuno.

Ella había hecho todo lo posible por mantenerlo lejos de ese mundo. Desde que ___ era un niño, había insistido en que estudiara en escuelas muggles. Ahora, con 12 años, las cosas se estaban complicando. Hogwarts era una realidad, pero ¿cómo decirle? ¿Cómo revelarle que él mismo no era un muggle?

Su hijo era un niño curioso, entusiasta, y amaba todo lo relacionado con la magia. Pero ella temía. Temía por Voldemort, por los peligros que aún rondaban el mundo mágico, por la posibilidad de perderlo.

Esa noche, mientras se acostaba, no podía dejar de darle vueltas al asunto. ___ estaba bien ahora, pero ¿y cuando supiera la verdad? ¿Cambiaría? ¿Sufriría?

Era su único hijo. Y ser madre, a veces, era agotador.

Quizá ser madre de ___ era incluso más agotador.

Quizá ser madre de ___ era incluso más agotador

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Espero que como primer capítulo haya sido de su agrado, si les gustó me alegraría que me apoyen comentado y dejando su voto

[Los capítulos que se aproximan serán más largos]

੭﹕ ̊ ̟𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒍 𝑺𝒑𝒆𝒍𝒍 🦇ྀིDonde viven las historias. Descúbrelo ahora