𝘋𝘳𝘢𝘤𝘰 𝘔𝘢𝘭𝘧𝘰𝘺 x male reader
"I'm not a violent dog, i don't know why i bite"
"I bite."
"My friend's think i like to fight but thats just not true, sometimes i lost my temper and blow of, and stinks, but I never enjoy it.'
...
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#丅2 #ᑕ3 _______________________________ 🎻
El frío de la noche era implacable, y el fuego improvisado apenas bastaba para calentarme. Mi madre estaba sentada frente a las llamas, su figura envuelta en sombras que la hacían parecer aún más severa. Mi estómago gruñó de nuevo, fuerte y traicionero, resonando en el silencio entre nosotros. Levantó la mirada, sus ojos brillando con una mezcla de impaciencia y desdén.
"Ya has probado lo que necesitas," dijo con voz cortante, aunque sin levantarla. "No hay excusas para que sigas muriéndote de hambre. Si no eres capaz de alimentarte por tu cuenta, entonces no mereces lo que eres."
"Madre..." Intenté protestar, pero la mirada que me lanzó me hizo callar de inmediato. Había una dureza en su rostro que me era desconocida, una que no dejaba lugar para la discusión.
"Levántate," ordenó, su tono implacable. "Vamos."
La seguí sin más remedio, los músculos de mi cuerpo tensos y cansados, pero el hambre se sentía más como una desesperación que como una simple necesidad. Caminamos por el bosque prohibido, el crujir de las ramas bajo nuestros pies el único sonido que rompía el silencio de la noche. La luna llena se colaba entre los árboles, bañando el suelo en un resplandor pálido.
Finalmente, se detuvo. Sus ojos se fijaron en un claro iluminado tenuemente, y supe que había encontrado su objetivo. Allí, en el centro del claro, una criatura majestuosa y enorme estaba comiendo con calma. Era un Graphorn, un animal mágico de piel gruesa y color gris violáceo, con un par de cuernos afilados que parecían capaces de atravesar cualquier cosa. Su corpulencia era impresionante; cada músculo en su cuerpo parecía diseñado para la fuerza y la resistencia.
"Un Graphorn," susurró mi madre, como si estuviera pronunciando una sentencia. "Será más que suficiente para ti."
"¿Quieres que... ataque a eso?" pregunté, mi voz temblando. La idea de enfrentarme a un animal tan formidable era aterradora, y ella lo sabía. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, pero el hambre en mi interior también me hacía más consciente de la necesidad.
"Si no lo haces, no comes," dijo con frialdad. "Y no me vengas con tus dudas. Es esto o nada."
Quise replicar, buscar una alternativa, pero su mirada era firme, como si mis sentimientos no fueran más que obstáculos innecesarios. Suspiré y di un paso adelante, observando al Graphorn con cautela. La criatura levantó la cabeza al notar mi presencia, sus ojos grandes y oscuros observándome con una mezcla de curiosidad y advertencia. No parecía agresivo, pero la amenaza estaba ahí, latente.
"Acércate por el costado," dijo mi madre en voz baja, como si dirigiera a un cazador inexperto. "Hazlo rápido, antes de que reaccione."
Tomé aire profundamente, tratando de calmar los temblores en mis manos. Me acerqué al Graphorn lentamente, mis pasos casi inaudibles sobre la hierba húmeda. Pude sentir su calor incluso antes de estar lo suficientemente cerca, y mi mente se debatía entre el instinto de atacar y el de salir corriendo.
