En la que una costurera y un vizconde navegan juntos por la vida en Londres.
Un segundo, Octavia Corbynn salva a un chico de la muerte. Al siguiente, ese mismo chico está viviendo con ella, rociando vapores de flores y abriéndose camino en su coraz...
disfrutar de pequeños one-shots de Octavia y Tewkesbury como navegar por la vida mientras viven juntos :)
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1. ROSAS Y CARAMELO
Hoy había bastantes chicas interesadas en comprar vestidos. Charlaba con las clientas mientras les arreglaba los vestidos. Por toda la tienda, las señoras miraban y compraban diversos artículos. Fue un día muy ajetreado.
Fue una sorpresa cuando un chico, con un par de pétalos sueltos en el pelo, irrumpió en la tienda cargado con una gran caja. El ajetreado parloteo cesó casi de inmediato, mientras las mujeres miraban fijamente al muchacho familiar que atravesó corriendo la tienda y salió por la parte de atrás. Tewkesbury, que parecía bastante nervioso ante tanta atención, sonrió ligeramente mientras balanceaba su enorme caja.
Yo sonreí inquisitivamente, mientras intentaba dar una razón lógica de por qué había un chico en una tienda de vestidos (recordatorio: estamos en el siglo XIX, no era normal que los chicos llevaran vestidos, y los maridos no acompañaban a las mujeres a sus compras).
"...Lleva cosas pesadas hasta mi apartamento. Una chica como yo no podría hacer todo ese trabajo". me apresuré a explicar, intentando hacer una risa tintineante. Funcionó, ya que las señoras volvieron a sus compras.
Después de un buen rato, Tewkesbury salió por la puerta trasera, le envié una mirada medio furiosa, medio confusa. Sonrió y salió corriendo de la tienda, de vuelta al mercado.
Ese chico será mi muerte.
.
Cuando cerré la tienda, ya me rugían las tripas. Era el crepúsculo y el sol se despedía con una luz resplandeciente. Bostecé, preguntándome para qué había traído Tewkesbury la misteriosa caja.
Fue entonces cuando Tewkesbury volvió corriendo, llevando algo mucho más pequeño. Entrecerré los ojos, y parecían ser 2 pequeños contenedores.
"¡Octavia espera! No subas al apartamento todavía. Espera un momento, te llamaré cuando esté lista". Tewkesbury resopló, cubriendo los objetos entre sus brazos. Entrecerré los ojos, pero le dejé pasar.
"...De acuerdo. Pero si descubro que el apartamento está en llamas...". Le advertí, dándole un manotazo en la cabeza mientras pasaba apresuradamente.
"-¡Ow! No estará en llamas, lo prometo". Dijo, desapareciendo por la puerta trasera.
Al cabo de un rato, bajó por fin, tendiéndome la mano. La agarre tras dudar un poco, mirándole con recelo.
"¿Qué hay ahí arriba? Tengo mucha hambre. No tendré mucho tiempo para ver lo que has hecho, ya que estaré comiendo...". Empecé, pero me interrumpió la escena en el apartamento.
Flores de varios tipos decoraban el apartamento en un aturdimiento florido. Había lirios colgados como banderolas, creando una atmósfera de calma. Coloridas dalias brillantes adornaban la cocina y pequeñas rosas rodeaban el salón.
