¡Pay Attention Shin!

Capítulo 20

Ryujin se paseaba de un lado a otro presa de un leve pánico, se había vestido con su pijama, lo cual era lógico ya que era casi la una y media de la mañana, pero no había podido dormir y para no despertar a Chaeryeong se había escabullido de la cama y se había puesto el chándal para salir a correr. Eso tampoco había ayudado y ahora estaba empapada en sudor, con el pecho agitado por el aire mientras se paseaba frente a las puertas principales del castillo, con el aliento agitándose en nubes ante ella.
Mañana era un gran día, el partido entre Ravenclaw y Hufflepuff… no era un partido cualquiera, si lo perdía, podría despedirse de la copa, tal vez rozarían el segundo lugar, pero eso sería todo.

Perder contra Lia no sería tan desgarrador como perder contra los Gryffindors... pero... esto era muy, muy importante para ella, si sólo pudiera conseguir esta copa, tal vez probarse a sí misma que podía hacerlo, podría intentarlo para los Pros.
Sintiendo que el estómago se le revolvía de nuevo, corrió hacia la papelera y vomitó de nuevo, era la tercera vez desde la cena y se hundió contra la pared gimiendo ligeramente mientras se limpiaba la boca con el dorso de la mano. Casi perdió el control de su vejiga cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a una pelirroja muy enfadada.

"Ryujin, ¿a qué demonios estás jugando? ¿Tienes idea de lo que se siente despertar y ver que te habías ido así?, ¡me prometiste que estabas bien!"

Suspirando, Ryujin tuvo el sentido común de parecer adecuadamente castigada y limpiándose la boca de nuevo se lamió los labios con una mueca.

"Lo siento mucho Chaery, no podía dormir y no quería despertarte. Estoy muy nerviosa por el partido de mañana, supongo".

El jugador de Quidditch se apagó y la expresión de Chaeryeong se suavizó antes de entrar con un ligero escalofrío en el aire frío de la noche y ofrecerle una mano a su novia.

"Ven conmigo, no puedes quedarte aquí toda la noche y estás agotada déjame ayudarte".

Alargando la mano, Ryujin la cogió y aceptó la ayuda, estaba cansada, hasta el punto que se sentía mareada, se había levantado temprano y había tenido sesión de práctica de doble duración para poner a prueba a su equipo, después de eso se distrajo terminando algunos ensayos entonces pasó el rato con las muchachas mientras que jugaron con el nuevo gatito asegurándose de que (Yeji había comprobado) fue alimentado y limpio. Pero cuando oscureció y se fueron a la cama, ella no podía deshacerse de la preocupación que llenaba su mente, sabía que era estúpido pero el Quidditch era lo segundo más importante en su vida.

Por eso se dejaba arrastrar ciegamente por Chaeryeong (lo más importante de su vida), con los ojos caídos, pero sabía que en cuanto su espalda tocara el colchón sus ojos se abrirían y empezaría a ver las jugadas y las listas de los equipos. Era consciente de su fatiga, de sus piernas temblorosas y de su estómago gruñendo, pero estaba demasiado atada por dentro para ocuparse de ello. Por suerte, Chaeryeong no.

Mirando preocupada a Ryujin, la pequeña pelirroja suspiró internamente y suavemente la dirigió hacia el baño en el piso más cercano a su dormitorio, se dirigió al interior y empezó a preparar un baño y consiguió que Ryujin se sentara en uno de los bancos.

"Cariño, tienes que desvestirte, ¿estás bien para hacer eso o quieres que te ayude?"

Arrancando ligeramente, la capitana de Quidditch levantó los ojos para fijarlos en los castaños oscuros de su novia y sonrió exhaustivamente.

"¿No es un poco tarde para un baño, Chaery? Quiero decir que puedo quitarme la ropa. Está bien... ¿cómo es que estás despierta también de todos modos no deberías estar durmiendo?"

Rodando los ojos con cariñosa exasperación, la pelirroja se inclinó hacia adelante y un beso muy suave en los labios suaves delante de ella, sonrió levemente ante el siempre presente sabor a frambuesas que se aferraba a ellos.