Falta de ética - [Fugonara]

Cap 8 - Entre jadeos

Fugo observaba el torso desnudo de su alumno y no pudo evitar sentir lástima al percatarse de la cantidad de golpes que traían su cuerpo.

-Hace cuánto llevan molestándote?

-Ahora mismo no deseo pensar en eso -Contestó Narancia mientras colocaba una de sus manos en la pierna de Fugo para apoyarse y acercar lentamente su rostro hacia el de su profesor.

-Estás seguro de esto?-Preguntó el profesor con los ojos entrecerrados fijados únicamente en los labios de su alumno

-Tanto como que 8 x 8 es 42-Susurró suavemente

La respuesta de Narancia desconcertó al profesor y antes de que pudiera llamarle la atención, Narancia cerró sus labios con un feroz beso suyo provocando que el profesor se recostara en el respaldar del sillón tras caer por la gravedad de sus cuerpos.

Un silencio invadió la habitación, solo se escuchaban los sonidos de los fluidos de ambos traspasarse entre sus bocas y al contrario de lo que uno pensaría, era un sonido agradable de escuchar.

Narancia separó lentamente sus labios del profesor para darle un vistazo a Fugo, el cual, lo observaba con los ojos entrecerrados por el placer y soltando un suspiro profundo de aire caliente.

-No es... 42.... -Susurró el profesor con la voz entrecortada

-Jajajaja...me equivoqué...

-Me vas a castigar?- Dijo en voz baja y en un tono pícaro

El profesor tomó una de sus manos para apoyarla en la espalda baja de Narancia mientras que, con la otra, sujetaba la nuca de su alumno, obligándolo a posarse encima de sus piernas.

-No quiero hacerlo -dijo en voz baja

-No quiero castigarte...

Fugo acercó a Narancia nuevamente para darle otro beso, comprimiéndolo hacia su cuerpo delicadamente pues tenía temor de lastimarlo al tocar alguno de sus hematomas. Narancia se dejó llevar obedientemente, compartiendo sus labios junto a los de su profesor.

Fugo pudo sentir una combinación de dolor y placer al rozar sus caderas contra la entrepierna de su alumno. Podía sentir claramente las palpitaciones de las partes bajas del pelinegro.

Narancia comenzó a quitarse el pantalón apretado de látex que siempre solía usar mientras observaba al profesor desabotonar su camisa y quitarse el cinturón lentamente. Narancia preguntó:

-Quieres algo de música?

-Música?...en un momento así? -El profesor se sentía disgustado con la idea, apreciaba el silencio de la habitación y no quería volver a escuchar a Michael Jackson romperle el mood.

-Pues tengo algo de Jazz, te interesa?

-Hummm, bueno...-Contestó designado con tal de complacer a su alumno

Mientras Narancia colocaba el disco en la radio, Fugo se levantaba del sillón posicionándose detrás de Narancia y sobando suavemente su cadera contra las del pelinegro. Dejando caer su cuerpo por encima de su alumno y soltando aire caliente de su boca hasta el oído de Narancia.

Esto erizó la piel de Narancia haciendo que pegara su parte trasera más hacia él para indicarle lo mucho que quería sentirlo.

-Yo... no lo he hecho antes con un hombre...-Susurró el profesor suavemente como advirtiéndole de su inexperiencia

-Aprende conmigo -Contestó el pelinegro suavemente mientras lo miraba de reojo coquetamente

El profesor comenzó a sacar su masculinidad con su mano izquierda mientras se frotaba contra el cuerpo de Narancia y con la otra, acercó su mano hacia la boca de su alumno y empezó a juguetear entre sus dedos con la lengua del pelinegro.

Narancia soltaba pequeños gemidos que extasiaban al rubio de ojos morados. Quería escucharlo todo de él, quería conocer cada sonido, cada expresión, cada sensación.

Rápidamente, quitó su mano de la boca de Narancia y comenzó a sobar la parte posterior del pelinegro, introduciendo sus dedos lentamente preparando su entrada para lo que seguiría después.

Narancia mordía su labio inferior por el placer y el dolor de lo que esto traía pero disfrutaba de poder ver el rostro concentrado y enrojecido de su profesor.

Fugo no perdió más tiempo y comenzó a introducirse en el interior del pelinegro lentamente, sujetándose con fuerza de la cadera de su alumno y de su pecho, apretando sin querer uno de los hematomas del pelinegro.

-Ahk! -Gritó Narancia

-Lo siento... -Contestó Fugo en voz baja mientras cambiaba su mano de lugar

-Estás...bastante apretado... -Dijo Fugo entre dientes

Fugo movía suavemente sus caderas hacia Narancia, mientras lo tenía sujeto de la cintura y recostaba su rostro en la espalda del pelinegro, como tratando de envolverlo con su cuerpo. Narancia sentía el enorme calor del ser presionarlo y adentrarse suavemente en él mientras sus ojos perdían su mirada por el éxtasis.

-Fugo...-Dijo Narancia con la vista perdida en la habitación

-Está bien si vas más rápido...no voy a romperme jaja

Fugo se exaltó al escuchar aquello, sentía que tenía el permiso de ser más rudo con su chico y no dudó en aceptarlo, comenzó a moverse más rápido y cada vez intentando llegar más lejos. Sujetándose fuertemente de los brazos delgados de Narancia, se escuchaba con fuerza los golpes de las pieles de ambos chocar. Narancia cerraba los ojos e intentaba morder sus labios para evitar gritar pero aún así soltando pequeños gemidos que trataba de minimizar.

Fugo acercó sus labios a la espalda de Narancia y comenzó a besarlo tiernamente contrarrestando con el movimiento brusco de sus caderas. Amaba tenerlo, amaba tocarlo y odiaba la idea de que ese momento tuviera que finalizar.

Narancia no aguantó más y terminó soltando un gemido de placer encantador mientras soltaba su interior por encima de su radio de música.

Fugo siguió con sus movimientos bruscos hasta que él también terminaría soltando todo su ser dentro de Narancia. Cansado, apoyaría su mentón en el hombro de Narancia soltando grandes bocanadas de aire caliente sobre el cuerpo del pelinegro.