💚USADO💙 (gumiya x mikuo)

días de antes

Advertencia

Este capítulo puede ser muy sensible para muchos por lo cual te invito a leer con precaución o simplemente no leerlo 💙

La vida en el campo tenía solo un significado, 'ser o no ser', el que era ganaba y el que no lo era simplemente no lo era.

Esas palabras siempre me las repetía mi mamá mientras me acariciaba la cabeza pidiendo siempre escojer el 'ser' por qué de otro modo me convertiría en un insignificante humano.

Mikuo: ¡Mama!

Mi familia era de un pueblo dedicado a la agricultura y para nosotros no había excepción, sin embargo aveces si las había, aún que para toda la familia si para una de ellas, ese 'uno' era yo

-¿Pasa algo cariño?

En casa la únicas dos opciones que tenías eran ser agricultor o echarle ganas a escuela y así ser reconocido por alguna preparatoria en la ciudad que pagará tus estudios, en términos sencillos ta daban una beca

Mikuo: ¡Lo logré mamá! ¡Lo logré, me darán una beca para la prepa!

-¡Es genial! ¡Mi niño!

Solo los que se esforzaban a no más poder eran notados en una de las tantas preparatorias en busca de talentos de barrios bajos o pueblos como lo era en mi caso, sin embargo eso no importaba si podía darles una mejor vida aquellos que mas quería.

(...)

-¿Encerio tienes que irte hermanito?

Miku mi única hermana menor, que vestía únicamente un quimono viejo y desgastado, siempre quise comprarle uno en mis días de secundaria, creía que si trabajaba duro vendiendo leña y arroz pudiera comprarle el más bonito del pueblo, sin embargo descuide mucho la escuela llegando a bajar mi nota perfecta, por lo cual tuve que dejar el trabajo solo llegando a comprarle Mochis de dulce, su sonrisa de aquel día fue aún más mi motivación para conseguir lo que ahora tenía

Mikuo: no te preocupes volvere cada vacación y jugaremos, y te contaré ¡Todo! Lo que hay allá ¿Si?, Ya no llores Miku

Me agaché a su altura, era tan pequeña, cuando yo comencé la preparatoria perdiendo me de su crecimiento y los momentos más bonitos de su vida, al menos me alegraba el haberles dejado honor y dignidad a mi familia, algo que significaba mucho en el pueblo.

Cuando llegue a la ciudad todo era completamente diferente para mí, los altos edificios me mareaban de tan solo pensar a dónde llegaban, las calles y los ruidos eran demasiado para mí

Mikuo: mi nombre es Hatsune mikuo y soy el estudiante nuevo, por favor llevemos bien

Mi primer día de escuela fue un completo fiazgo pues el rumor de que era de pueblo me perseguía, sin embargo eso no duró hasta el almuerzo, donde conocí a un pelirrojo  popular

-¡Te atreves a tocarlo y yo te golpearé multiplicado por dos!

El se presentó ante mi mientras estaba distraído, estaba tan sumerjido en mis pensamientos ese día por no saber que hacer que no me habia dado cuenta que un extraño Hiba a golpearme y akaito salto a salvarme, gracias a el aprendí muy rápido sobre como era la preparatoria o técnicamente el mundo en la ciudad

- si sin duda ese look de niño tímido no te queda, ¡tienes buen rostro hay que mostrarlo más! 

Mikuo: ¡Dios si lo dices así suena horrible, no lo digas!

- jejeje

A la semana siguiente todos se acercaban a mí dándole razón al pelirrojo sobre mi rostro, durante toda mi prepa, trabaje arduamente tanto adentro como afuera, principalmente con akaito a mi lado volviendonos  uña y mugre, trabajo de medio tiempo que el tenía, trabajo de medio tiempo que yo tenía, aún que yo era el primero en cuadro de honor el era el tercero después de un chico cualquiera, al final de la prepa fui llado a la oficina del rector recibiendo otra noticia que me iluminó el rostro