Tragedia

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Nuestra vida era perfecta, ambas éramos ídols y disfrutábamos mucho hacer conciertos para nuestros fans, siempre estoy detrás de ella viendo su hermoso baile mientras que yo interpreto las letras de las canciones con mi voz. Todo estaba de maravilla, hasta que llegó ese maldito día... nuestra vida dió un giro drástico, nos encontrábamos dando nuestro show, ella estaba eufórica y yo también pero una falla en el piso del escenario y su maldita costumbre de ponerse al borde de este hizo que resbalara y cayera de una gran altura, lo único que atiné hacer fue tirarme a la orilla y observar dónde había caído... Le había rogado miles de veces que por favor no hiciera eso pero nunca me escucho... podía verla... al ver que ella no reaccionaba y no se movía entró mi desesperación, no me importó arriesgar mi vida para bajar del escenario ya que este se estaba desplazando antes de que ocurriera su caída; cómo pude bajé por los fierros que sostenían el escenario, podía escuchar por mis audífonos que me llamaban y que no bajara pero yo no les hice caso, quería verla, necesitaba comprobar que aún estuviera viva... vi que varios fans se saltaban la valla para ver cómo se encontraba y cuando ya llegué cerca del piso los fans vinieron por mi para ayudarme a bajar y no lastimarme, corrí a ver su cuerpo, las lágrimas nublaban mi visión... aún respiraba pero se encontraba inconsciente, apoye su cabeza entre mis muslos y comencé a acariciar su cabeza, se veía mal... muy mal. Cuando la camilla la levantó pude ver un charco de sangre que se formó debajo de ella, no podía creer lo que mis ojos veían; no podía pensar y solo seguí la camilla en dónde se la llevaban de urgencia al hospital más cercano.

Me dejaron subir con ella, podía ver por los monitores los latidos de su corazón que se aferraban a la vida, no sabía si ella podía escucharme pero le rogué que no me dejara sola, si ella se iba yo también lo haría... en todo momento le hice saber que estaba con ella y que no la dejaría sola.

Mi sangre se heló cuando vi sus latidos desvanecerse, los paramédicos actuaron de inmediato... comenzaron a reanimarla, no podía imaginarme una vida sin Moa, ella era todo para mí.

Me pidieron no tocar la camilla ni a Moa, ocuparían el desfibrilador en ella, junte mis manos y las apreté lo único que pasaba por mi mente era que no se fuera por favor, no tenía control de mis lagrimas caían por cuenta propia. Llegando al hospital Moa seguía sin dar algún signo de vida... me temía lo peor, un paramédico se subió a la camilla y continúo comprimiendo su pecho, yo no fui capaz de bajarme de la ambulancia; no podía reaccionar, Koba que venía detrás de la ambulancia en su auto vio como sacaron a Moa rápidamente y dió un vistazo dentro del carro en dónde me encontró sentada sin ponerme de pie. Me tomo del brazo y me hizo reaccionar, entramos corriendo nuevamente, entre llantos le dije a Koba lo que había pasado dentro de la ambulancia el solo me abrazó para intentar calmarme un poco.

Koba me separó de él y me quitó el monitor y los audífonos que aún tenía puesto, los guardó y nos sentamos a esperar a que nos dieran información. Pasaron los minutos y salió una enfermera, supuso que yo era su acompañante pues teníamos el mismo traje puesto... nos dijo que Moa se encontraba con vida pero corría un gran riesgo de volver a tener un paro cardíaco, mi mundo se desmoronó al escuchar esas palabras. 

Nos preguntaron que fue lo que había pasado, conteniendo mi llanto les dije en pocas palabras que había caído del escenario... lo único que quería era verla y estar a su lado sosteniendo su mano, pregunté si podía estar con ella pero me lo negaron su condición era bastante crítica.

Ya está... mi vida ya no tiene sentido, ya no tiene color solo podía pensar en los momentos felices que tuve junto a ella, para el mundo solo éramos mejores amigas pero la realidad es que éramos más que eso, hace años que comenzamos una relación de amantes, cuando Yui dejó la banda decidimos comenzar a vivir juntas, le sugerí eso a Moa porque la noté bastante deprimida y comenzó a bajar de peso en ese entonces, así que todas las mañanas hasta el día de hoy le preparaba un desayuno de dioses para hacerla feliz... si le llega a pasar algo no podría soportar estar sin ella.

Pasaron unos minutos y la familia de Moa ya se encontraba en el hospital, Koba me preguntó sobre las llaves de nuestra casa para mandar a alguien a qué me trajera ropa de cambio. La verdad no me importaba, solo quería estar dentro con Moa.

Nuevamente salió una enfermera pero está estaba acompañada de un doctor, esperaba escuchar palabras negativas pero solo vino a informar la situación; primero están intentando que Moa se estabilice lo que más pueda, una vez estabilizada podrán comenzar a hacer estudios de imágenes en profundidad, al menos no veían una hemorragia interna. Mandaron pruebas de sangre y estaban en general bien lo único que tenía bajo era su nivel de sangre, había perdido mucha aunque ya le estaban transfundiendo sangre de su tipo. Nos explicaron un poco sobre su estado de conciencia, debemos esperar para tener una certeza de este pero el doctor dijo que ella actualmente estaba en coma.

Una vez más pregunté si podía verla pero me dijeron que solo había visita limitada y tenía prioridad la familia de la afectada, una vez más volví a caer en el vacío que sentía antes. No poder ver a la dueña de tus sonrisas y suspiros me estaba matando.

No esperaba que Himeka sé apareciera aquí, sabia que estaba viendo nuestro concierto. Ella era la única a parte de Yui que sabía de nuestra relación nos descubrió un día de descuido y no tuve más opción que explicarle que éramos más que amigas.

Himeka: Su...

No dije nada y me acerque a abrazarla con fuerza, rompí en llanto, ya no aguantaba esta situación, me agobiaba pensar en que Moa en estos momentos estaba sufriendo. Koba llegó a un lado de nosotras y me pasó la ropa que trajeron de nuestra casa, fui al baño a cambiarme.

Me quite el traje y la coleta que tenía, me coloque la ropa pero para mí sorpresa la camiseta no era mía si no de Moa, la agarre y sentí su olor un nuevo ataque de llanto volvió a aparecer, la demora que tuve en el baño hizo que Himeka sé preocupara y me fuera a ver, cuando abrió la puerta me encontró de rodillas en el piso con mi cara enterrada en la camiseta, una vez más me abrazaron para poder calmarme.

Retroceder el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora