ARIBSGUDO

capítulo 85

¿Qué puede hacer una persona que se ahoga en una inundación?

Él no puede hacer nada.

La enorme ola pasó por encima de él, lo llevó, lo arrojó sobre el viento y las olas, y lo hundió en lo más profundo y oscuro del fondo del agua. Y no había nada que pudiera hacer más que dejarse llevar por la corriente.

Perdió completamente el control de sí mismo, no sabía dónde estaba, y no sabía cuánto duraría esta ola caliente, fuerte y creciente.

Lo único que puede hacer es aferrarse a la madera dura y gruesa a la deriva en la inundación.

...

Su Liang lloró mucho.

Incluso frente a Lu Taipan, quien perdió el control de su mar mental y cayó en un estado de locura, nunca estuvo tan indefenso y confundido como ahora.

Sentía como si se hubiera convertido en un saco de miel.

La miel puesta en la copa de plata fue puesta sobre la vela, y estaba caliente y quemada en un jugo que fluía.

El jugo fue hervido por la lengua de fuego, y comenzó a rebosar.

Su Liang no tenía idea de por qué se volvió tan extraña.

Parecía estar en un sueño loco y encantador.

Todo estaba caliente, desordenado y jugoso.

La alegría que debería haberse sentido se ha convertido en un largo y delicado suplicio en este momento.

Él va cayendo, absorbido y asimilado por el abismo sin fin. Y en la ola más grande, Su Liang notó de repente los cambios en las profundidades de su cuerpo.

Era una copa de plata que se derramaba del fuego.

"No—"

La figura de Su Liang se tensó de repente, y sus pensamientos se convirtieron en una niebla de luz blanca.

En los brazos del monstruo codicioso, su tesoro se convirtió en una nube de jugo, todavía temblando.

"¿Un poco genial?!"

Hasta ahora, la voz de Lu Taipan finalmente retrocedió del fanatismo y la obsesión, y se convirtió en pánico.

...

Unas pocas horas—

Su Liang estaba un poco débil envuelta en una bata de hospital nueva, con una gruesa manta aislante de feromonas sobre los hombros, y estaba sentada incómoda con un Alfa al mismo tiempo que una habitación de médico. .

Pero incluso las batas de hospital más estrictas y las mantas de aislamiento más avanzadas no pudieron ocultar las marcas en el esbelto cuello y las muñecas del chico Omega... y el olor de otro hombre en él.

Su Liangdi tenía una delgada calcomanía de restricción en la parte posterior de su cuello, sentado un poco lejos de Lu Taipan.

Tenía los ojos ligeramente rojos y los labios ligeramente hinchados.

En comparación con Su Liang, que estaba en un estado de vergüenza, la tez del Señor de la Cueva de la Serpiente era inusualmente brillante. De hecho, es como un demonio que ha estado lleno de energía. Las cejas y los ojos del hombre se oscurecen, sus labios son de un rojo brillante y todo su cuerpo se desborda con un encanto casi mágico. En este mismo momento, el radiante Alfa parecía un poco avergonzado.

Aunque Lu Taipan ha estado tratando de controlar su expresión, sus ojos siempre miran inconscientemente a su pareja.

Había un raro toque de tensión en el fondo de sus ojos.