*Falsedad
—¡Violet, baja a desayunar que llegarás tarde! —gritó mamá desde la cocina.
Al escuchar el "pequeño" gritó de mamá, mis pensamientos se esfumaron en un instante. Ya estaba lista para ir otro día más a clases, hoy era jueves, y al menos para la próxima semana no debo hacer muchos deberes. Podré descansar algunos días, tener un poco de tiempo para pensar y mejorar todo lo que pueda, para poder estar relativamente normal.
Tomé mis cosas y me dispuse a bajar las escaleras, pasé por la habitación de mi hermana y noté que ya se había ido a la escuela, la cuál no queda muy lejos, a pie son unos quince minutos, era lo bueno de vivir en un pueblo es que todo queda cerca, este no es muy pequeño, de hecho, es un pueblo bastante grande, aunque todos se conocen, pero pensándolo bien, yo no conozco a muchos.
Rose y yo tenemos una buena relación de hermanas, creo, desde pequeñas hemos sido unidas gracias a papá, siempre nos quiso por igual, ni más ni menos. Siempre nos decía que las dos éramos su más preciado tesoro, y que lo único que anhelaba era que fuéramos felices.
Por otro lado, desde que recuerdo, mamá siempre ha sido algo rara, no sé si esa sea la palabra pero, ha llegado a tener comportamientos así. Al menos conmigo, hay veces en las que es una "buena" madre, se preocupa por mi y se interesa por lo que me pase, pero otras, hace como si no existiera, como si su única hija fuera Rose.
Eso me hace sentir totalmente sola.
De verdad que intento no tener estos pensamientos, pero no puedo evitarlo, me invaden de todas formas, no puedo estar ni cinco minutos en paz, ya no sé qué hacer.
—¿Violet puedes bajar las escaleras de una vez? —preguntó mamá desde la planta baja mirándome seriamente.
—Lo siento, no encontraba mis apuntes.
—No alcanzarás a desayunar así que mejor vete a la escuela, ya estás atrasada. —me siguió mirando mal y pasó por mi lado dándome un pequeño empujón sin darse cuenta. —Esta noche saldré, dejé comida para ti y tu hermana, llegaré tarde. —dicho esto se encerró en su habitación.
Ni modo.
Miré la hora y faltaban solo diez minutos.
Tendré que correr...
-/
—Para la próxima clase deberán traer una autobiografía, espero que al menos más de uno pueda cumplir con sus obligaciones. —dijo el señor Brown.
Miré a mi alrededor para observar a mis compañeros de clase, yo suelo sentarme junto a Jenna, que vendría siendo mi mejor amiga, debo aclarar que no tengo muchos amigos. No me llevo muy bien con los amigos y amigas de Jenna, pero ella me dice que no debo preocuparme por esas cosas, no le preocupa que otros piensen que soy "rara", refiriéndome a que suelo pensar demasiado, y también digo cosas que los demás a veces no entienden porque, bueno, a eso no tengo respuesta.
—Violet, ¿te sucede algo?, has estado más pensativa de lo normal. —dijo Jenna mirándome con, ¿pena?
—Estoy bien, solo no pude dormir, ya sabes, el insomnio. —mentí.
—Bueno, te creeré. Por cierto, quería saber si irás conmigo y Heather a la fiesta de Miller, sé que lo de tu papá pasó hace apenas unos meses, pero es que me preocupa que sigas sin comer, o salir. —suspiró.
—Claro que estoy comiendo, y si, sigo mal por lo de papá, creo que es normal, toda esta situación es muy difícil de conllevar. Solo dame un poco más de tiempo.
—No, no estás comiendo, hablé con tu hermana porque quería saber de ti ya que no respondías mis mensajes, y me contó que no desayunas, dejas comida. —se acercó a mi oído. —Te ha escuchado vomitar. —susurró y me miró asustada.
Rose...
—Está exagerando, algo me cayó mal el otro día, y para que dejes de preocuparte, iré un rato a lo de Miller —rodeé los ojos y recogí mis cosas para salir de la sala de clases ya que no quedaba casi nadie.
—Genial, debes seguir con tu vida, ya estarás mejor —me sonrió.
Jenna, no sabes lo que se siente pretender seguir con tu vida después de todo eso.
—Claro —le sonreí de vuelta y salí rápidamente quedándome afuera del salón tratando de contener las lágrimas.
Iba a ir a casa, cuando de repente escuché a Heather hablando con Jenna.
—Ay Jenna, ¿Podrías dejar de invitarla a todo? me molesta que esté con nosotras, nos opaca, está totalmente loca. —dijo Heather molesta.
—Sabes que debo de hacerlo, durante todo este año que llevamos siendo amigas me ha sido útil para mejorar mis calificaciones, a parte, no tiene nada de malo, mientras siga ayudándome con los trabajos y exámenes, podré seguir siendo su mejor amiga. —dijo Jenna en un tono burlón.
—Y yo que pensé que era por pena, ¡eres realmente mala!, pero ya, en serio deberías dejar de invitarla, no me agrada y lo sabes. —reclamó.
—Está bien, de todas formas ya falta poco para que termine la escuela, aguántala unos meses, yo debo hasta sentirme mal por ella, me enteré que es bulímica, ¿puedes creerlo? —Jenna río.
—¡No inventes!, hasta yo ahora siento pena por ella, no seas tan cruel, pensé que yo lo era más.
¿Qué?
¿Jenna ha fingido ser mi amiga?
—Bueno, vámonos, las chicas nos están esperando para ir a casa de Jack, invitó a sus amigos, a ver si puedo quedar con alguno, los de la escuela ya me aburrieron —dijo Jenna echando sus cosas a su bolso junto a Heather.
Quería huir, pero no podía, tenía un nudo en la garganta, solo quería llorar.
Como pude salí lo más rápido de ahí sin que me vieran.
Llegué al estacionamiento de la escuela y me escondí detrás de un auto.
Estaba temblando, ¿cómo mi única amiga podía ser así de cruel?
Después de eso, ni siquiera sabía ya si era mi amiga.
ESTÁS LEYENDO
Violet
Dla nastolatkówUna adolescente de dieciséis vive una vida miserable, que intenta sobrellevar innumerables tragedias de la mejor manera posible y ver el mundo de una forma más positiva, pero muchas dudas y dificultades hacen que vaya perdiendo las esperanzas de pod...