IV.-Unas noches.

7 0 0
                                    

Espere y espere. No me encontraba. No sabía la hora, no tenía reloj y los árboles no me permitían ver el cielo. Solo reconocí la noche con su frío abrazo. Decidí dormir en el césped abrazado a mi perro desperté enfermo. Pero se volvió a repetir la noche una y otra vez.

¿Donde esta mamá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora