se encontraban en una fiesta, emiliano estaba pasado de copas, al contrario de leo, que se encontraba sentado en una silla del lugar, con mala cara mientras miraba a su amigo.
festejaban que los habían reclutado para jugar en la selección, bah, emiliano festejaba, porque messi fue arrastrado por este para ir. emiliano parecía no entender que leo sufría de autismo, y con una de las pocas personas que se había abierto sobre eso, era con él, se lo perdonaba porque no era con intenciones de hacérsela pasar mal, su amigo quería que se divirtiera al igual que el, pero se le hacía imposible.
miraba sentado a martínez desde la silla, besándose con una chica desenfrenadamente en una esquina. de un tiempo para acá, mejor dicho, un largo tiempo, messi se sentía asqueado al ver las desesperadas ganas de emi por coger todos los días, como si fuera un logro, como si lo necesitara, le molestaba en exceso ver a su amigo con sus novias, con sus "amigas" que venían de acá para allá.
más allá del asco o de lo pesado que se volvía martinez para intentar conquistar una chica, era otra cosa lo que le hacía ruido. sentía un pinchazo o incomodad constante cuando su amigo hablaba de las chicas con las que estaba, con las que se acostaba, leo les decía "chicas de compañías" porque "puta" le parecía una palabra brusca.
se acercó a emiliano cuando vió que su compañera se había alejado mínimamente.
- boludo, ¿nos podemo' ir? - su amigo se resbalaba de su posición, estaba viendo estrellas, le hacía a messi que se callara mientras se reía, que no sea agua fiestas, hablaba tan corrido que leo no pudo evitar soltar una pequeña carcajada. - 'tás re mal hermano.- leo no quiso dejarlo allí, pensó que era momento de que se fueran, hasta que emi pidió ir al baño rápido, como pudo, se dirigió a este.
leo esperó en la puerta unos 15 minutos, para entrar y encontrar a su amigo tirado en una esquina, durmiendo, se enojó y lo intentó despertar, sin alternativa, lo empezó levantar para llevárselo, con torpeza ya que el contrario media y pesaba mucho más que el.
ya fuera del baño, se acercó una chica.
- lindo tu amigo. - dijo la rubia que anteriormente se besaba con emi, messi sintió una incomodidad grande, no le contestó. - tené cuidado nene, que no está borracho solamente. -
leo lo sabía, lo sabía más que nadie. una de las razones por las que no le gustaban las fiestas era por su amigo también, digamos que, alcohol no era lo único que le gustaba a martinez, y eso, a messi, lo ponía realmente triste y enojado.
de muy chico, emiliano se fue de su casa y se despidió de su familia para cumplir su sueño de jugar al fútbol como arquero y lo había conseguido, se hundió demasiado en la soledad, y el único amigo que conoció, fueron las drogas en ese entonces, se enganchó, y leo lo sabía.
habían tenido miles de discusiones, miles de arrebatos y llantos de parte de messi por no poder controlar a su amigo, se había rendido.
realmente le daba pena, leo se la pasaba consolando a emi, escuchando sus llantos y sus historias, su arrepentimiento al día siguiente de levantarse sin saber que había hecho la noche anterior, de hecho, así fue creciendo ese sentimiento de leo hacia martinez, ese extraño cariño, esas extrañas miradas y nervios en el estómago cuando lo veía que no entendía.
- dios, que no nos agarren los milicos. - rezó mientras metía a su amigo en el auto, sacandolo de la fiesta.
mientras la luz de un semáforo rojo los alumbraba, volteó a mirar a martinez, que yacía dormido sobre el asiento del auto, los ojos de leo pasaron de curiosidad a tristeza, veía los labios de su amigo y la sensación molesta en el estómago volvía a formarse, un espiral de incomodidad en el bajo vientre que le daba bronca, ¿porque? ¿que era lo que tenía su compañero?
se soltó de su lío de pensamientos al escuchar una bocina de atrás, el semáforo ya estaba en verde, siguió conduciendo con el ceño fruncido, viendo de pasada a su amigo de vez en cuando.
- que boludo que sos emi, ¿ah? - susurró con melancolía, mientras recordaba cuando lo conoció, un chico lleno de vida y eufórico, con espíritu joven, se lamentaba por no poder ayudarlo como el deseaba.
llegaban a la casa de martinez, leo vió de reojo como este iba teniendo un poco más de consciencia a medida que lo intentaba meter hacia su propia morada.
se quedó mirándolo un rato más después de recostarlo torpemente en la cama. la luz de la luna dejaba ver que los ojos de emi, se abrieron un poco.
- ¿leo? - la voz rasposa se hizo muy notoría en el silencio de la habitación. - ¿dónde estamos? - se sentía el dolor de su cuerpo en la dificultad para formular una frase.
- en tu casa, emi. - luego de eso el silencio volvió a hacerse presente por un rato, ambos se miraban fijo.
- ¿qué pasa? - martinez preguntó.
- pareces un dibujo, sos medio colorado y pecoso, pareces de esos que dibujaba yo de chico. - su amigo sonrió adolorido ante su comentario.
- dibu decime entonces. -
leo dedicó una sonrisa pacífica mientras veía como su amigo volvía a dormirse sobre las sábanas.
se levantó, cuando se aseguró que este ya se había vuelto a quedar pasmado, para acariciar su pelo con apenas la yema de sus dedos, como si en cualquier momento se fuese a romper.
la sensación de incomodidad se había hecho más fuerte y revoloteaba por todo el cuerpo del más bajo, sentía un nudo en la garganta y en el estómago, le desesperaba no saber de dónde venía o porque era, sobre todo no saber porqué le pasaba con su amigo.
- dibu te digo entonces. -
susurró con paz.
luego de eso, se fue.
eeebueno, saben hace cuanto no escribía en wattpad????? ganar un mundial hizo falta para que vuelva, bueno, acá tienen, futbolistas gays.
gracias x leer trolos.
lo que dice la lluvia - serú girán
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𝟙𝟡𝟟𝟠
Romance"¿Y si messi hubiera ganado el mundial del 78?" - au - minúsculas intencionales