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ChanYeol parpadeó ante la repentina luz brillante. Casi hubiese preferido quedarse en la oscuridad. Estaba aterrorizado. Su agitada mente seguía repitiendo la furia que vio en los ojos del hombre cuando se fijaron en su magullada mejilla. Pensó en la mano mutilada de Shibata y la pistola que SeHun había manejado de manera tan experta. Oh SeHun hacía que Shibata se viese como un amateur. Nunca debería haber jodido a un hombre así y ahora era demasiado tarde, para él y su hermano pequeño.

SeHun le sacó del maletero y le llevó a una habitación pequeña. Su corazón estuvo cerca de detenerse cuando sacó una navaja y agarró los brazos, pero todo lo que hizo fue cortar la cinta adhesiva que mantenía sus muñecas atrapadas.

Gentilmente colocó a ChanYeol en una silla, se arrodilló y cortó la cinta de su boca.

—No podía tenerte haciendo ningún ruido en el maletero mientras la policía estuviese ahí. —Fue la única explicación ofrecida.

ChanYeol estaba total y completamente confundido. —SeHun, ¿qué?

De repente la puerta detrás de SeHun se abrió. Un hombre alto con gafas entró. Llevaba un niño pequeño de cabello oscuro con asustados ojos azules. La boca de ChanYeol se abrió y cerró como un pez fuera del agua.

Jadeó. —¡BaekHyun!

— ¡¡¡Hyuuuunngg!!!

El pequeño corrió a través de la habitación cuando ChanYeol se arrodilló. Con ambos brazos, envolvió a su amado hermano pequeño.

Enterró su rostro en el cabello del niño y le apretó con fuerza. Sus hombros temblaban mientras intentaba retener las lágrimas.

Durante mucho tiempo, meció a su hermano mientras BaekHyun sollozaba en su camisa. Sin pensarlo dos veces, ChanYeol se quitó la camisa y limpió el sucio rostro de BaekHyun con ella, sosteniendo un extremo en la nariz de su hermano.

SeHun miró al hombre con gafas. Dijo: —Por favor, lleva al pequeño afuera y consíguele algo para comer.

BaekHyun envolvió sus brazos alrededor del cuello de ChanYeol como una soga, apretando tan fuerte como pudo, nuevas lágrimas comenzando a caer.

—¡NAAAAOOOOOHHHH! — aulló, negándose a ser separado de ChanYeol otra vez.

ChanYeol le dio palmaditas suavemente en la cabeza. —¡Hey! ¡Está bien, Baekkie! ¡Está bien, estos son los chicos buenos!

BaekHyun miró al hombre del traje negro sospechosamente. —Dan miedo —susurró en voz alta—. No parecen los chicos buenos.

—Bueno, tampoco Batman. Batman parece aterrador, pero realmente es un buen chico —dijo ChanYeol. Su mirada se conectó significativamente con la de SeHun.

—¡¡¡BATMAN!!! —BaekHyun miró con nuevos ojos al hombre al otro lado de la habitación. El superhéroe favorito de BaekHyun en todo el mundo era Batman.

—Sip. Y ese es, um… Robin —dijo ChanYeol, señalando al otro hombre.

El hombre con las gafas tosió torpemente y se sonrojó un poco.

BaekHyun fue aplacado. Estaría bien dejar a ChanYeol solo mientras Batman estuviese allí y permitió que le transfirieran a los brazos de Robin.

ChanYeol se quedó solo con SeHun. Levantó la mirada hacia SeHun.

—Todo fue un montaje, ¿cierto?

SeHun asintió con la cabeza, sacando un paquete de cigarrillos y extrayendo uno.

—¿De manera que supiste quién era yo todo el tiempo? ¿Y eso fue por lo que me invitaste al hotel?

Asintió de nuevo con la cabeza, encendiéndolo.

𝘤𝘦𝘣𝘰 || 𝑠𝑒𝑦𝑒𝑜𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora